El problema del narcotráfico en México terminaría con la legalización: declaraciones de un Zeta
Por: Ana Paula de la Torre - 10/16/2013
Por: Ana Paula de la Torre - 10/16/2013
Recientemente el periodista de guerra, John Lee Anderson, en su visita a una de las ciudades mexicanas del norte, consiguió una entrevista con un Zeta veterano —semi-retirado de la organización a sus 26 años, después de haber servido a este grupo delictivo que ha sembrado terror y tristeza en México. En la conversación también participó el periodista mexicano Diego Enrique Osorno.
Los “Zetas” nacieron como el grupo armado de defensa del Cártel del Golfo. Sus fundadores fueron ex militares de élite, que en algún momento recibieron entrenamiento de la CIA – por esto los miembros más altos de su estructura reciben entrenamiento cuasi-militar. En el 2010 se separaron del Cártel del Golfo para formar su propia organización, caracterizada por sus sanguinarios métodos y por su rápida expansión, incluyendo negocios paralelos como la extorsión de comerciantes y secuestro de personas, sobre todo a migrantes que van hacia Estados Unidos. La entrevista de Lee resulta intrigante para los mexicanos, pues en el imaginario colectivo este grupo pareciera impenetrable; por sus métodos, estructura y aparente falta de humanidad.
¿Qué hay en la mente de un Zeta? La historia evidencia un caso común, en el que un joven de escasos recursos ingresa a un cártel atraído por un ‘jugoso’ sueldo, que supera por mucho al promedio de los empleos disponibles en el país. Se trata de un personaje que gradualmente justifica sus actos violentos ante la dificultad de salir de la organización una vez que has entrado. Este, a su vez cumple con una característica común de los delincuentes mexicanos, mantiene una doble fe moralista y cree en un dios que lo cuida a pesar de sus acciones.
El entrevistado constata que la violencia se originó por la lucha de plazas en el país. Afirma que los niveles estremecedores de violencia, fueron inicialmente producto de una venganza, ya que el Cártel del Golfo decapitó a prisioneros “Zetas”, ante lo que ellos respondieron; así la espiral de violencia habría crecido. “Uno con el tiempo se va acostumbrando a ver eso”, afirma.
Probablemente una de las más reveladoras declaraciones de este joven, tiene que ver con el recurso que, a su consideración, terminaría con los cárteles:
JLA: ¿Cómo podría haber un México sin cárteles?
Z: Yo opino que se legalizaría la droga, porque sin droga nadie puede hacer nada. Así, ya si ellos les dan permiso de vender droga, yo pienso que es lo mejor. Que ya dieran permiso de vender droga y todas las personas que estén trabajando mal, que se pongan de acuerdo sobre a quién le van a pagar en cada estado o a su comandante.
La entrevista de Lee –la cual pretende culminar con un documental–, devela un interesante historia, no solo para imaginar la dinámica de los cárteles, sino también para acercarnos a la psicología de las personas que trabajan en ellos: seres humanos reales, que generalmente por dinero, terminan acostumbrándose a sembrar un sufrimiento que ni el mayor de los lujos justificaría.