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Familia canadiense ha renunciado a la tecnología de esta época y vive rodeada de gadgets de los años 80

Sociedad

Por: Luis Alberto Hara - 09/11/2013

Para evitar que sus hijos perdieran su infancia entre gadgets y alienación tecnológica, la familia canadiense McMillan decidió eliminar de su vida todo dispositivo tecnológico creado después de 1986.

 

La tecnología posee el doble cariz de los efectos benéficos y los perjudiciales: si bien por un lado facilita la vida cotidiana o genera nuevas prácticas que han ampliado el margen de posibilidades de la acción humana; por otro lado, una de las mayores críticas que se hace al desarrollo tecnológico es su capacidad alienante, la programación que ejerce sobre sus usuarios, casi siempre de manera sutil e inadvertida, propiciando hábitos, actitudes y comportamientos en sintonía con el individualismo y el egoísmo que parecen necesarios para su operación.

Para revertir parte de estas consecuencias negativas, una familia de origen canadiense tomó una decisión radical: adoptar un modo de vida en el que la tecnología de la que están rodeados es, como máximo, anterior a 1986.

Así, los McMillan viven en una suerte de zona de excepción tecnológica de videocaseteras, radiograbadoras, cámaras fotográficas analógicas y televisores de pantallas curveadas, libros impresos y transacciones económicas que se realizan solo en persona.

Blair McMillan, el padre, comenzó esto que también podría considerar un experimento un día en que estaba relajándose afuera de su casa y le habló a su hijo Trey, entonces con 5 años, para que lo acompañara. El niño se negó porque estaba ocupado con un iPad.

De acuerdo con Blair, el hecho lo conmovió profundamente, pues él recuerda que “cuando era niño, vivía afuera”.

Fue así como tanto el padre como la madre, Morgan, tomaron la decisión de “destecnologizar” su vida, emprendiendo un proceso de desaparición del mundo digital: eliminaron sus cuentas de Facebook, cortaron la televisión por cable y el servicio de Internet, pidieron a todos los que visitaran sus casas que al entrar dejaran cualquier gadget que trajeran consigo y, en general, se instalaron tecnológicamente en una época distinta a esta en la que dichos dispositivos demandan tanta atención por parte de quien los usa.

En cuanto al año elegido, 1986, este se debe a que fue entonces cuando Blair y Morgan nacieron. “Estamos criando a nuestros niños de la misma manera en que nosotros fuimos criados, durante un año, a ver qué pasa”, dice Blair.

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[The Atlantic]