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El estadista Mohan Srivastava encontró la artificialidad con la cual está diseñado el juego de lotería y así pudo hackearlo; pero ni siquiera se benefició de ello.

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Srivastava es, por profesión, un estadista de geología y un adepto natural del análisis de números y patrones numericos. Su trabajo consiste en encontrar potenciales minas de oro y determinar cuánto oro podrían contener. Con títulos de MIT y Stanford, el estadista canadiense nunca mostró especial interés en la lotería, dada la propensión a perder dinero a largo plazo, pero un amigo le regaló dos billetes de “rasca y gana” y uno de ellos resultó ganador. Intrigado por ello, Srivastava comenzó a preguntarse cómo funcionan los números de la lotería.

Utilizando las mismas matemáticas que usa en su trabajo, Srivastava pudo predecir nueve de diez billetes ganadores de una lotería canadiense llamada Tic-Tac-Toe. El método es sorprendentemente simple, pero su proceso de descubrimiento involucró un poco de suerte. En una entrevista para Wired Magazine explicó cómo llegó a resolverlo:

“Claramente los billetes son producidos masivamente, lo que significa que debe haber un programa de computadora que saca los números. Y como la corporación de lotería necesita controlar el número de billetes ganadores, estos no pueden salir al azar. El juego, entonces, no puede ser completamente espontáneo. En cambio tiene que generar la ilusión de aleatoriedad mientras que en realidad esta siendo determinado cuidadosamente”.

Empoderado con esta información, Srivastava se dio cuenta que el juego era defectuoso; que era posible burlar a la lotería. La solución estaba en el patrón de repeticiones de los números. El estadista estuvo buscando números que nunca se repetían, o “solitarios”, que aumentaban la probabilidad de que los números se repetirían debajo del recubrimiento de látex que debe ser rascado. Si salían tres solitarios en línea, sabía que tenía un ganador.

Y ya que su intención nunca fue estafar a la lotería, Srivastava reportó sus descubrimientos al Ontario Lottery and Gaming Corporation, quienes sacaron el defectuoso juego del mercado al día siguiente.

La relevancia del descubrimiento de Srivasta es, sobre todo, la confirmación de que la lotería es mucho más artificial que espontánea, y que todo lo que está codificado se puede decodificar. “No hay nada azaroso en la lotería”, apuntó. “En realidad todo acerca del juego ha sido cuidadosamente diseñado para controlar los montos y atraer a los consumidores”.  

 

[FOX]