El cuerpo humano es un sistema que nos intriga y lo expresamos a través de la investigación científica y en el arte.
Un grupo de artistas británicos combina ambas materias para recrear el crecimiento de un cuerpo humano en su proyecto 'El Humano Invisible'. El proyecto hace uso del 'Humano Visible', un mapa no-digital del cuerpo humano que fue creado en 1993 a partir del cuerpo de un reo. Joseph Paul Jerningan, condenado a muerte por asesinato donó su cuerpo para que fuera cortado en pedazos de un grosor de 1.871 milimetros, que después serían fotografiados para crear dicho mapa.
El grupo de artistas presentó en la ciudad de Washington su proyecto 'El Hombre Invisible', una instalación que invierte el proceso de la descomposición de Jernigan. El grupo de Tobias Klein y Ordinary Ltd. expusó una serie de contenedores de cristal con pedazos de tela que simulaban la imagen de una resonancia magnética. Los visitantes podían alterar los niveles de humedad de los contenedores, al incrementarla estimulaban el crecimiento de los cristales para que se formaran en los huesos y de manera gradual toman la forma del cuerpo humano.
Los curadores de Industry Gallery explican: 'La cristalización del cuerpo ocurre de dos maneras, a través de la deshidratación, cuando los minerales se cristalizan a partir de una solución saturada y por la congelación, cuando cristales de hielo se forman.' Ambas formas son mortales. Lo que hacen los artistas es crear cultivos de cristales en los sitios donde solían estar la piel y los órganos.
En una vitrina se encuentra al contorno de un corazón que espera la luz y el calor necesarios para 'crecer' de nuevo. En otra, pequeños y traslúcidos fractales se sostienen de la superficie del contorno de un corte del cuerpo. Los cambios de los cristales representan la ocilación entre la vida y la muerte; la creación y la desintegración.
Los artistas también invitan al público a manipular los cristales de manera remota, a través del internet. A través de la página del Humano Invisible se pueden hacer cambios a la luz y a la temperatura de algunas vitrinas.
El proyecto es interesante porque se presta a diferentes interpretaciones. Por un lado podemos interpretarlo como un estudio poético de la ciencia -la cultivación del cuerpo humano- o bien, como una declaración política – traer de vuelta a la vida a un convicto condenado a muerte por un sistema injusto-.
Visiten la exposición a partir del 19 de Marzo o vean la transmisión en vivo a través de la página del Humano Invisible.