"Tus borradores cuentan la historia de tus fracasos": Philip Roth anuncia su retiro de la literatura
Arte
Por: Juan Pablo Carrillo Hernández - 11/10/2012
Por: Juan Pablo Carrillo Hernández - 11/10/2012
Philip Roth es uno de los últimos grandes escritores de la literatura estadounidense, un titán que por la vastedad de su obra ha sido contado casi todos los años entre los eternos aspirantes al premio Nobel. Pero más allá de este tipo de reconocimientos, siempre polémicos y cuestionables, Roth cuenta con el apoyo de un buen número de lectores en todo el mundo, de la crítica y en general de todos esos mecanismos cuya función es cribar la oferta literaria existente para dejar únicamente lo que tenga méritos suficientes para sobrevivir al juicio de la posteridad.
Recientemente, sin embargo, Roth anunció su retiro del mundo de las letras. En entrevista con la publicación francesa Les inRocks, el neoyorquino aseguró que Nemesis, dada a conocer en 2010, será su último libro, y que nada ha escrito desde hace 3 años.
Con 78 años de edad, Roth se dice fatigado o exasperado del oficio, de su ingratitud y su exigencia:
Escribir es nunca tener la razón. Todos tus borradores te cuentan la historia de tus fracasos. No tengo más energía para la frustración, más fuerza para confrontarla. Porque escribir es estar frustrado: uno pasa su tiempo escribiendo la palabra incorrecta, la frase incorrecta, la historia incorrecta. Uno se equivoca sin cesar, se fracasa sin cesar y se debe vivir así en una frustración perpetua. Uno pasa su tiempo diciéndose: eso, eso no pasa, es necesario recomenzar, eso, eso tampoco, y recomenzar. Estoy cansado de todo ese trabajo. Atravieso por una época diferente de mi vida: he perdido toda forma de fanatismo. Y no siento ninguna melancolía.
Tan devastador testimonio explica por qué el autor de Portnoy's Complaint ha perdido todo deseo de escribir y por qué, según dice, “prefiere trabajar en sus archivos para integrar su biografía”. No autobiografía, porque él no piensa escribir sus memorias, sino dejar ese trabajo a quien quiera retomarlo después de su muerte. “Para ser sincero, he terminado”, sentencia Roth.
[…] pienso que todo en la vida es una cuestión de suerte o de mala suerte. No creo en el psicoanálisis ni en un inconsciente que guía nuestras decisiones. Tenemos solamente la suerte o la mala suerte de realizar ciertos encuentros que serán buenos o malos para nosotros. Mi primera mujer, por ejemplo, resultó ser una criminal ―robaba sin cesar, mentía, etc. ― a quien yo no había escogido por eso, yo detesto a los criminales. Pero ahí está, tuve la mala suerte de casarme con una mala persona. Los psicoanalistas dirían que la escogí inconscientemente: no lo creo; pero en cierta forma eso coincide con mi punto de vista según el cual, frente a la vida, somos inocentes. Hay una forma de inocencia en cada uno de nosotros en la manera en que abordamos la vida.