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Mao Sugiyama, el joven chef que hace poco más de tres meses ofreció en suntuosa cena su pene, sus testículos y su escroto, enfrenta el cargo de "exposición indecente" que en Japón se castiga con 2 años de cárcel y una multa de más de 30 mil dólares.

Hace unos meses reseñamos en Pijama Surf el caso del joven chef de origen japonés Mao Sugiyama, quien saltó a los titulares de los medios por emascularse a sí mismo y ofrecer en una suntuosa cena su pene, sus testículos e incluso su escroto preparados según las reglas de la grande cuisine.

Entonces, lo inusitado del caso tomó por sorpresa a todos, y no se sabía con certeza si Sugiyama merecería un castigo más allá del escándalo y la condena moral; si, por ejemplo, había violado algún tipo de ley de salud pública, civil o penal que sancionara su acción.

Al final la justicia de su país resolvió que, en efecto, el chef incurrió en el crimen de “exposición indecente”, que en Japón se castiga con dos años de cárcel y una multa de dos y medio millones de yenes (aproximadamente 32 mil dólares).

Así, aunque Sugiyama se cuidó de no contravenir ningún tipo de ley relacionada, por ejemplo, con la venta de órganos o con la higiene necesaria para quien comercia con alimentos, su intrépida irrupción en el mundo culinario podría costarle su libertad y una suma que sobrepasa lo recaudado en aquella cena.

[Japan Daily Press]