*

Miles de mujeres en el Reino Unido persiguen la perfección vaginal mediante la labioplastia, un método que busca unos genitales sobrehumanos.

Los cánones estéticos van mutando con el paso del tiempo. La relación belleza-cuerpo día a día obliga a los seres humanos a adecuarse a circunstancias que más los acercan a una realidad establecida por medios de comunicación, por el arte o, simplemente, por un alma perturbada para la que su cuerpo es una representación de fealdad o insatisfacción.

En el Reino Unido, un nutrido grupo de mujeres está obsesionado con la apariencia de sus genitales. Para mitigar este sufrimiento, optan por la labioplastia, un proceso quirúrgico que busca la perfección vaginal mediante la reducción del tamaño de los labios.

Cifras del Servicio Nacional de Salud (NHS) revelan que durante el 2011 se llevaron a cabo más de 2 mil labioplastias en todo el Reino Unido, y seguramente la cifra aumentará, ya que durante los últimos 5 años este procedimiento quirúrgico se ha disparado estrepitosamente.

Una mujer que fue sometida a la intervención narra que su vida se centraba en su vagina, pasaba horas hojeando revistas tratando de hallar unos genitales similares a los suyos y cuando no encontraba una imagen similar, sentimientos depresivos minaban en su mente. “Fue más evidencia de que había algo mal conmigo y me hacía sentir como un total engendro”.

La labioplastia, más que un fin estético per se, tiene como origen profundas raíces psicológicas. Emma pensó que la operación sería el fin a todos sus problemas emocionales, pero cuando la realidad fue otra, y su vagina seguía teniendo una apariencia que a ella no le gustaba: un sentimiento de inferioridad la invadía. “Pensé que mi vagina sería como una vagina de diseñador”.  

Las instituciones de salud buscan informar a las mujeres de todo lo relacionado a la labioplastia con el fin de evitar futuras y terribles decepciones que destrocen su salud mental.

[BBC]