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Con un promedio de 100,000 impactos por año, el cuerpo humano se encuentra atravesando siempre una densa niebla de materia oscura, esas elusivas partículas que nadie ha visto pero, se especula, conforman la mayor parte del universo.

La materia oscura, uno de las nociones más complejas y elusivas de la física teórica, podría estar más cerca de lo que creemos, pues según científicos, al menos una de sus partículas impacta nuestro cuerpo cada minuto, acelerando los núcleos de hidrógeno y oxígeno de nuestras células.

Este es el planteamiento de varios físicos teóricos, quienes especulan sobre la existencia de una “partícula de interacción masiva” que podría dar sustento a la idea de que el universo está compuesto en su mayor parte de materia oscura, la cual, paradójicamente, es invisible y nadie ha sido capaz de encontrar. Con todo, estas pequeñas partículas —con masa propia, quizá electromagnéticamente neutrales y con poca o nula interacción entre sí— no han sido avistadas nunca e incluso algunos físicos dudan de su veracidad.

Katherine Freese y Christopher Savage, de las universidades de Michigan y Estocolmo, respectivamente, han publicado hace poco un artículo en que proponen que el cuerpo humano atraviesa diariamente por una densa niebla de materia oscura, aunque con efectos apenas perceptibles justo porque dichas partículas se caracterizan por responder poco al contacto con la materia común y corriente. ¿Entonces cómo poder decir lo que Freese y Savage sostienen?

De acuerdo con los investigadores, las partículas de materia oscura colisionan directamente con los núcleos de oxígeno e hidrógeno de nuestro cuerpo, y esto solo por un asunto de probabilidad, pues se trata de los más abundantes en nuestra estructura más elemental. Según sus estimaciones, los impactos ocurrirían un promedio de 100,000 veces por año.

Si esto es cierto, lo siguiente sería averiguar si la materia oscura genera algún tipo de efecto en la materia física y la orgánica de la que estamos hechos.

[PopSci]