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El flamante presidente ruso Vladimir Putin vuelve a hacer gala de su virilidad disparando un tranquilizante a un tigre mientras acompañaba a un grupo ambientalista; sin embargo, es muy probable que el felino haya salido de un zoológico para la ocasión.

El recién reelegido presidente Vladimir Putin se caracteriza, lo sabemos de sobra, por la viriles exhibiciones públicas de su masculinidad eslava que lo tiene como líder del pueblo ruso. Sea venciendo a experimentados judocas o posando al más puro estilo de un James Bond soviético, Putin no pierde oportunidad para demostrar por qué es el hombre que más tiempo ha estado al frente de su país solo después de Stalin.

Ahora una de estas imágenes vuelve a causar polémica pero no por la ridiculez inherente del mensaje, sino por otros motivos más ligados con la falsificación y el montaje.

La fotografía difundida muestra a Putin con un tigre a sus pies al que supuestamente disparó un tranquilizante mientras acompañaba a un grupo dedicado a la preservación de los grandes felinos.

Sin embargo, Dmitry Molodtsov, ambientalista ruso, asegura que dicho tigre no es uno estrictamente salvaje, sino uno más o menos domesticado y traído de un zoológico para la ocasión.

Analizando las manchas y las líneas en la piel del felino que Putin supuestamente abatió con las de otro ejemplar resguardado en el Zoológico Khabarovsk, Molodtsov encontró que los patrones coinciden notablemente, con lo cual la probabilidad de que se trate del mismo tigre es del “99.9%”.

“Esto no tiene nada ver que ver con la protección ambiental o la preservación de los tigres. El propósito fue únicamente incrementar la popularidad de Putin”, escribió Molodtsov en su sitio de Internet.

Si esto es cierto, Putin solo estaría siguiendo los pasos de Stalin (aquí también) al retocar fotografías con habilidad cuando de modificar la historia se trata.

[LA Times]