La relación entre las temporadas de frío y la actividad sexual es, de algún modo paradójica. Si bien esta comprobado que biológicamente, durante el invierno, el deseo sexual disminuye. "La hibernación provoca que el metabolismo y el deseo sexual se desaceleren" afirma la Dra Margaret Austen, de acuerdo a un estudio de la Universidad de Tasmania. Por otro lado, en contraste con esta tendencia biológica, existe una contraparte sociocultural que termina por impactar en nuestra actitud: el frío nos hace guarecernos, lo cual implica pasar más tiempo en el hogar, buscando actividades sedentarias, aunque sean activas, y calurosas.
Y precisamente este escenario se torna ideal para el sexo. Envueltos en una lasagna de frazadas y edredones, tal vez disfrutando de una película o simplemente escuchando música y conversando, dos personas seguramente buscarán el contacto, para conjurar un incremento mutuo de las temperaturas corporales –recordemos el fenómeno de la física en el que dos cuerpos comparten temperatura hasta igualarse, y posteriormente comienzan a incrementar el promedio-. De forma complementaria a este ritual psico-físico, el contacto piel a piel, el cual sin duda es más frecuente en entornos fríos, detona la parición de hormonas que lubricarán el deseo sexual. "El contacto piel a piel incrementa los niveles de oxitocina, la hormona femenina del bienestar, que actúa como un afrodisiaco" afirma un estudio de la Universidad de Illinois. Por otro lado recordemos que la sensibilidad dérmica incrementa conforme la temperatura del cuerpo va aumentando, lo cual complementará favorablemente la experiencia.
Ahora que si prefieres una práctica más intrépida que la copula invernal clásica, entonces puedes recurrir a, a la mitad del acto sexual, abrir las ventanas de la habitación para sentir el contraste de los cuerpos cálidos con las gélidas caricias del viento. Ello estimulará la circulación de ambos y, con un poco de suerte, se traducirá en la intensificación del placer.
Finalmente, si lo tuyo son las experiencias colectivas, entonces los climas invernales son el mejor pretexto para organizar una pijamada, y así transmutar lo que podría ser un día "horrible" en un carnaval poligámico.
Así que no hay pretextos para continuar blasfemando por el frío que arropa en estos momentos a una buena parte del planeta. Te sugerimos que aplique un movimiento de judo a esta gélida onda, y la utilices a tu favor. Con la actitud correcta, el frío es un argumento ineludible para gozar de una memorable sesión de intimidad con tu pareja. Salud!