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Fotografía de Jamie O'Brien montando una tortuga marina ha provocado reacciones adversas por parte de organismos conervacionistas; el surfer hawaiano incluso podría haber infringido la ley al montar a este reptil sagrado en Hawái.

El surfer hawaiano Jamie O'Brien dice amar a  las tortugas, pero ahora se ha enfrascado en una controversia con la prensa y sociedades protectoras de animales, quienes sostienen que sus actos van en la dirección opuesta. O'Brien recientemente fue fotografiado montando una tortuga marina, aparentemente para generar conciencia en torno a un virus similar al herpes que afecta a estos reptiles. Luego la imagen se diseminó, causando polémica en diferentes frentes.

Por una parte, O'Brien podría haber violado la ley federal que protege a estos animales del acoso y podría por esto recibir una multa. Al mismo tiempo la tortuga  —honu, para los hawaianos— es un espíritu totémico sagrado entre los nativos. Al parecer el montar la tortuga puede percibirse como una falta de respeto, especialmente porque alguien podría sugerir que simula la cópula.

La Administración Atmosférica de Especies en Peligro tiene una serie de normas para los surfers, entre ellas que se mantengan a distancia de las tortugas y, en este caso, O'Brien hizo contacto, de manera que podría considerarse una provocación.

Jamie O'Brien escribió en su cuenta de Twitter que "el contexto lo es todo", a propósito de esta situación que quizás haya sido mal entendida y llevada fuera de proporción.

En Internet ya circulan videos en los que se lanza la posibilidad de que Jamie O'Brien haya contraído fibropapilloma de la tortuga debido a su "encuentro íntimo" y el público lo exhorta a montar olas y no reptiles.

[San Fracisco Gate]