*

Mapa del internet tiene un espectacular parecido con un luminoso diente de león conformado en su interior por otras flores bajo un patrón de conectividad fractal

La más reciente visualización de la conectividad global, en ese sucedáneo de la mente planetaria que es Internet, resulta en la imagen de un diente de león fractal (con otras flores diente de león más pequeñas dentro de la estructura general de la "Red de Redes").  La semejanza con un diente de león es apropiada ya que estas flores son conocidas por sus semillas que comúnmente son transportadas por el viento, de esta forma colonizando a distancia valles enteros: podemos pensar en el Internet haciendo esta "colonización" a través de la información "soplando en el éter". La Red, una flor fractal amarilla conectando el cerebro de la humanidad hacia un núcleo que devora los diferentes nodos en una especie de sol informático. 

Este mapa fue creado por Barret Lyon (que en su nombre evoca otro fractal de la flor del ciberespacio), la máxima autoridad en lo que se refiere a la visualización de la conectividad de Internet. Lyon empezó a crear mapas del Internet, en el 2004 cuando un amigo le apostó 50 dólares a que no podía mapear Internet en un día. Dos semanas después el joven Lyon había creado un programa que podía generar una visualización de la conectividad de Internet en un par de horas.  Siete años y más de mil millones de aparatos conectados a Internet después, Barret Lyon sigue en el cometido. Esta imagen traza las rutas en las que viaja la información, enfatizando en los centros que reciben más tráfico. Las redes que manejan gigantes como AT&T y Google están realzadas en orbes amarillos brillantes, los cuales tienden a concentrarse en el centro de la esfera.  Redes menos populares (en rojo) se mantienen en la perferia. Aunque sus visualizaciones (en este sitio se pueden ver algunas anteriores) aparecen en libros de texto de computación y han sido exhibidas en el Museo de Arte Moderno de Nueva York, Lyon nunca ha cobrado los 50 dólares que inicialmente motivaron esta fascinante aventura de registrar los senderos en los que viaja la información y, quizás, descubrir un dibujo, un orden secreto, que refleje la naturaleza de nuestra propia mente en su proceso de extenderse por todo el espacio.