Históricamente "otros mundos" ha sido un concepto de recurrente presencia en la mente humana, generalmente asociado a paraísos imaginarios —que emergen al flexibilizar los límites de nuestra mente— o a planos extra-sensoriales a los cuales se accede a través de sustancias psicoactivas, rituales, o la inducción de estados alterados de percepción. Posteriormente, con la llegada de algunos preceptos científicos aportados por la mecánica cuántica y en particular por la Teoría de Cuerdas, surgió una nueva modalidad para concebir estos otros mundos, a través de universos paralelos. Sin embargo, la noción más adepta a la realidad material que se tiene sobre estos reinos lejanos se consolidó en 1988, cuando un grupo de astrónomos canadienses confirmó la existencia de planetas extra solares, comunmente llamados exoplanetas.
A pesar de que en el siglo XVI el perspicaz astrónomo, filósofo, y alquimista Giordano Bruno ya había sugerido la existencia de estrellas fijas en torno a las cuales, de manera similar a lo que sucede con el Sol, orbitaban cuerpos planetarios, solo hasta hace poco menos de 25 años los canadienses Bruce Campbell, Gordon Walker y Stephenson Yang se aventuraron a corroborar la existencia de estos misteriosos planetas, y no fue sino hasta 2003 cuando se confirmó tajantemente su existencia.
(Este cuerpo es de ocho veces el tamaño de Júpiter, y la presencia de un planeta extra solar de tales dimensiones cuestiona los actuales modelos que utilizamos para explicar la formación de un cuerpo planetario).
Hasta el 19 de septiembre de 2011 se han detectado, oficialmente, 685 exoplanetas, los cuales se encuentran enlistados en la Enciclopedia de Planetas Extrasolares. Y una vez reafirmada la presencia de estos cuerpos extra solares, las ciencias astronómicas se han volcado a tratar de dilucidar su naturaleza, su comportamiento y su estética. Entre algunos de los cuerpos más destacados de los que integran el bestiario exoplanetario compilado hasta ahora, se cuenta la presencia de un planeta con menos de un millón de años, el CoKu Tau 4, que ofrece la oportunidad de entender con mayor claridad el proceso mediante el cual se forman los planetas. En contraste se ha descubierto también el PSR B1620-26 b, cuya edad se calcula en 13 mil millones de años. Está también el HD 149026b, con una temperatura que supera los dos mil grados centígrados y que es considerado uno de los cuerpos con mayor densidad de lo que hasta hoy conocemos del universo.
Gracias a tecnologías de imagenología directa, las cuales han sido recientemente adoptadas por algunos de los más grandes observatorios espaciales, los astrónomos han podido observar con inédito detalle diversos exoplanetas y, mejor aún, han sido capaces de documentarlos. A lo largo esta nota te compartimos una breve galería de planetas extrasolares (recordando que por el momento la mayoría de imágenes son interpretaciones ilustradas y existen pocas fotografías). Imágenes que sugieren fantasmagóricas entidades, como suspiros lumínicos que guardan cúmulos de información aún indescifrable, distante, que por alguna extraña razón nos magnetizan. Es como si presintiéramos la posibilidad de entablar un potencial diálogo sin precedente alguno, a partir del cual la ciencia contemple el hallar respuesta a algunas de las preguntas fundamentales sobre los orígenes del universo y otros enigmas cósmicos.
El exoplaneta Beta Pictoris fue visto en 2003 y en 2009.