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Concurso de fotografía microscópica revela los mundos interiores ocultos en la materia, la belleza de paisajes alienígenas se desdobla en el ramaje molecular.

«Hay otros mundos pero están en este», decía el escritor francés Paul Éluard. Uno puede mirar el paisaje por la ventana y ver montañas, árboles, nubes, otras formaciones topográficas, y uno puede mirar al interior del cuerpo y ver un paisaje similar. La "ventana" para ver el paisaje interior en este caso es un microscopio de electrones, a través del cual surgen los mundos dentro del mundo, el microcosmos de lo infinito en lo infinitesimal. Todo es una cuestión de perspectiva.

La empresa líder en óptica, FEI, convocó a un concurso de las mejores imágenes tomadas con microscopios de elctrones, ya sea de la familia Nova Dual Beal o de la familia Quanta. Los resultados son fascinantes, una explosión de color y formas al interior de la materia.

Arriba una disección de una hoja teñida artificialmente, tomada con un microcsopio Quanta.

Microcañón. Esta imgen, que emula un cañon, es en realidad una grieta en una placa de acero. Primer lugar del concurso.

Alveolos, una red capilar mostrando los eritocitos de la sangre.

Lamnacarus ornatus, un artrópodo o monstruo abstracto también llamado insecto.

La concha de un huevo llenada con carbón de calcio.

Contaminación en la superficie externa de un polímero de hierro.


Microfibras y microesferas.

Gusano fotografiado con microscopio Quanta.