La experimentación genética con animales podría producir animales más populares que un pollo cocodrilo —como una jirafa miniatura o un koala rosa fosforescente— pero los científicos no parecen estarse guiando por el marketing de mascotas genéticamente alteradas.
El biólogo Arkhat Abzhanov ha desarrollado pollos con hocicos de cocodrilo al incluir una proteína reptileana en el embrión de un pollo, para así crear una "maniraptora". Aunque este animal híbrido no podrá ser críado debido a cuestiones bioéticas, Abzhanov está contento por regresar, en la fugacidad del laboratorio, al pollo a su pasado de dinosaurio. Extrañamente los pollos están relacionados a los Tiranosaurios Rex, antípodas en cuanto al nivel de terror que generan.
Estas investigaciones alterando el ADN de los animales están de alguna manera enfocadas a desarrollar formas de "eliminar los defectos de nacimiento en los niños humanos".
