Al presenciar esta imagen se detonan dos reflexiones: por un lado se confirma la esencia primitiva de la clase política en general, que a pesar de estar sometidos a un protocolo permanente, lo cierto es que paradójicamente mantienen una estrecha relación con nuestros antepasados neandertales. Y en este sentido debiéramos reconocer a Adam Martynyuk, Vice-vocero del parlamento de Ucrania, su falta de hipocresía al reaccionar como lo hizo ante un diputado local. La segunda reflexión, que más bien se traduce en un notable asombro, gira en torno a admirar la notable destreza casi acupuntúrica con la que Martynyuk sometió a su oponente político. Y las teorías de conspiración no se hacen esperar: ¿Es Martynyuk el hijo perdido de Bruce Lee, fruto de la cópula entre el legendario artista marcial y una sensual ucraniana? o incluso ¿Fue Martynyuk entrenado por el comando de navy seals que supuetamente asesinó hace unos días a Osama bin Laden?
Pero más allá de las especulaciones conspiracionistas, lo cierto es que esta fotografía es también un recordatorio de la folclórica diversión que pueden garantizarnos los políticos. Al parecer la historia detrás de la imagen es que durante una sesión parlamentaria en la cámara legislativa con sede en Kiev, el diputado Oleg Lyashko solicitó a Martynyuk autorización para hablar, y ante la negación por parte del vocero del parlamento, Lyashko lo llamó "fariseo". pero seguramente el diputado jamás se imagino que este adjetivo detonaría en Martynyuk una reacción de este estilo, quien con iracunda precisión lo sometió.
