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Un denigrante recorrido por las costumbres étnicas de la gente de Burma; turistas pagan una cuota para observar a estos refugiados de guerra y sus peculiares prácticas de estética corporal

No es un secreto que la mirada tradicional de occidente frente a la diversidad cultural y étnica de otras culturas siempre ha tenido un toque un tanto denigrante siguiendo la filosofía de "lo raro se ve bien en un museo". Sin embargo, pocas manifestaciones de esto podrían considerarse más denigrantes que el conocido como "zoológico humano" de Tailandia. Aprovechando las peculiares tradiciones de estética corporal de los inmigrantes de Burma, hombres de negocios tailandeses han establecido un "campamento" para estas personas al cual acuden los turistas, tras pagar una cuota de entrada, con el fin de observar a estas extrañas personas.

Miembros de la tribu kayan que habitaban originalmente en Burma (Myanmar) y que tuvieron que desplazarse hacia Tailandia como refugiados de guerra ante la represión del regimen local, mantienen una tradición, especialmente entre las mujeres, que consiste en colocar gradualmente argollas de metal en su cuello desde que son niñas, práctica que da como resultado el estiramiento del cuello en proporciones casi fantásticas. Al parecer esta práctica resulta muy atractiva a cientos de turistas que anualmente acuden a observar a los refugiados de este campamento-zoológico para fotografiar a las mujeres en una simulación de su "habitat natural".

Actualmente en la provincia de Mae Hong Son, región en donde desembarcó la primera camada de refugiados en 1984, existen 3 villas turísticas de "largos cuellos", lugares a donde los visitantes son conducidos en tours organizados por los hoteles de la zona. Y en Chiang Mai también se han instalado al menos media docena de estas villas que son visitadas por los turistas que recorren la selva tailandesa en tours.

[Global Post]