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La "maquina más poderosa del mundo" coquetea con el primer segundo que pulsó tras la creación del universo replicando micro Big Bangs; y aparentemente han descubierto un nuevo estado de materia: el Quark Gluon Plasma

El Gran Colisionador de Hadrones esta de fiesta. Tras dos años de operaciones y el procesamiento de más de 50 millones de gigabytes este acelerador de partículas construido por la Organización Europea de Investigación Nuclear, finalmente ha conseguido un logró importante de acuerdo a su objetivo final: recrear el momento mismo de la creación de nuestro universo. Provocando la colisión de partículas de plomo a una velocidad cercana a la de la luz, consiguieron replicar temperaturas un millón de veces más altas que la del centro del sol. Estos mini big-bangs son tan poderosos que se conciben como lo más cercano que la ciencia humana ha llegado a presenciar los primeros ensambles con los que fue generado nuestro universo. De hecho, a estas temperaturas incluso las partículas atómicas se derriten.

Se cree que esta nueva especie de líquido que se originó a partir de estas inconcebibles temperaturas corresponde a la confirmación de un nuevo estado de la materia denominado Quark Gluon Plasma. Esta nueva forma de materia emerge desde un calor tal que probablemente sea el combustible utilizado por los dioses para hornear sus lasañas de cristal o algo por el estilo. Los Quarks son minúsculas cargas positivas que crean a los protones y supuestamente están unidos por gluons. Por esta razón, este increíble descubrimiento podría conducirnos a definir una de las fuerzas que están detrás de la unión del todo, como ese mítico aether enlazador de micromundos que a fin de cuentas conduce a una figura holográmica del universo (o mejor dicho los universos), modelo bajo el cual todos somos uno.

El Dr David Evans, miembro del equipo de la Universidad de Birmingham, afirmó que hay una razón concreta para celebrar y estar felices. "Estamos maravillados por este logró. Estas colisiones generaron mini Big Bangs y conseguimos generar las más altas temperaturas y densidades que jamás se hayan logrado en un experimento humano" declaró."A estas temperaturas incluso los protones y los neutrones, que conforman l núcleo de los átomos, se derritieron originando un caldo caliente y súper denso de quarks y gluons que hemos llamado el quark-gluon plasma" agregó el Dr Evans. Ahora el masivo equipo de investigadores en torno al Gran Colisionador de Hadrones (LHC) se prepara para estudiar minuciosamente estas partículas con la esperanza de definir aquello que mantiene la unidad entre los átomos y permite que manifiesten la masa que les asigna una existencia física.

El experimentó se realizó por la mañana y comenzaron disparando iones de plomo a una velocidad del 0.999 de la de la luz en direcciones opuestas alrededor del túnel subterráneo del LHC en las instalaciones del CERN (European Organization for Nuclear Research) ubicado cerca de la ciudad suiza de Ginebra. Al volar intempestivamente en direcciones contrarias las partículas se focalizaron en una especie de estrecho rayo y fueron obligadas a chocar entre sí dentro del detector ALICE (A Large Ion Collider Experiment). Los impactos arrojaron miles de partículas y generaron temperaturas aproximadas a un billón de grados centígrados, consumando con ello condiciones que nuestro universo no ha experimentado desde el Big Bang, evento que se registró hace 13,750 millones de años.

via Telegraph