*

Estudio científico muestra que la meditación regular genera conexiones neuronales robustas en áreas donde, a falta de, se genera la depresión, el déficit de atención, la demencia y otros padecimientos

Los beneficios de la meditación cada vez se hacen más evidentes, mostrando que la division entre el cuerpo y la mente (o el cuerpo y el espíritu) no es tajante como se piensa (“aquello llamado cuerpo es una porción del alma discernida por los cinco sentidos”, decía William Blake).

Un estudio realizado por científicos chinos de la Universidad de Dalian en colaboración con el psicólogo Michael I. Posner de la Universidad de Oregon, mostró que meditar regularmente aumenta las conexiones neuronales en áreas cerebrales relacionadas con la regulación del estado de ánimo, el comportamiento y la toma de decisiones. En esta área, conocida como la circonvolución del cíngulo anterior, también se manifiestan trastornos como el déficit de atención (ADD en inglés), la demencia senil, las adicciones y la depresion. Por lo cual arroja luz a las posibles adaptaciones de técnicas de meditación para tartar estos padecimientos.

El estudio fue realizado con estudiantes universitarios que meditaron 11 horas en intervalos de 30 minutos durante un mes, aplicando una técnica de meditación china de integración de mente-cuerpo (IBMT: integrative body-mind training). Esta técnica incluye relajación corporal visualización, escuchar música y prácticar la atención elevada. Así que con menos de 30 minutos al mes diarios, meditando podemos ampliar significativamente nuestras redes sinápticas.

Al realizar exámenes de resonancia magnética, el grupo que meditó mostró conexiones robustas en el área de la circonvolución del cíngulo anterior a diferencia de los que no meditaron, que no mostraron este incremento en sus conexiones neuronales.

Estos experimentos esperan tener una aplicación en el tratamiento de algunas enfermedades, así como, de forma gnoseológica, revelar los mecanismos de neuroplasticidad de nuestro cerebro: un aparato de percepción y computación que puede convertirnos y conectarnos con cualquier cosa del universo. Y podríamos seguir enlistando las posibildiades que abre la meditación en torno a la relación mente-universo, pero justamente es hora de meditar.

Vía Science Daily