Introducción a los horóscopos o el tubo de ensayo de cada quién
Buena Vida
Por: Connie Lepe - 06/20/2010
Por: Connie Lepe - 06/20/2010
Para entender por qué mucha gente le pone importancia a los horóscopos a través de la historia y el tiempo, primero hay que comprender cómo está hecho este universo. Este universo, está hecho de un montón de materia y toda la materia tiene su propia energía o polaridad. Cada energía, grande o chica está conectada con todas las demás pues la misma vive en cada partícula de ésta materia, de éste polvo galáctico que crea planetas, estrellas y cualquier otro tipo de cuerpo celeste. Aunque la mente no nos alcanza para imaginar esta inmensidad y sus conexiones, basta pensar que tenemos algunos cuerpos celestes bien cerca como para influenciar lo suficiente en nuestras pequeñitas fuentes de energía llamadas almas. Estos cuerpos celestes los conocemos como el Sol, como la Luna y los planetas del sistema solar. Si en esta tierra existe, por ejemplo, una gravedad lo suficientemente fuerte como para mantenernos aquí pegados y no caer en el enorme abismo que es el universo, imagínense si la luna o el sol postrados en cierta dirección en el momento de nuestro nacimiento no van a tener una influencia suprema en nosotros, que realmente somos menos que un grano de arena comparados con sus tamaños o el gigantismo energético de este universo. En el momento que nacemos (y antes) nuestra nueva energía (o la nueva forma de nuestra energía) necesita conectarse con el resto del universo y comienza por las fuentes más cercanas. Imaginemos el alma como un tubo de ensayo para entender cómo funcionan los horóscopos en el momento de determinar la psicología de alguien. No todos los tubos de ensayo tienen lo mismo. Algunos tienen una dosis más fuerte de Júpiter, otros de Urano, otros de Mercurio, etc, etc. Pero definitivamente lo que más tienen estos tubos de ensayo que son nuestras almas son Sol y Luna; los dos cuerpos celestes de más influencia en esta tierra después de la tierra, por eso dos de los horóscopos más importantes se rigen en el Sol (Horóscopo occidental) o en la luna (Horóscopo Chino), usando de variantes los planetas y otros cuerpos celestes.
Es así que en la antigüedad, donde no había tele ni tantas distracciones ni evasiones, estas energías eran más tangibles. Como no sabían cómo llamar a éste orden que intuían, se inventaron primero a Dios. Ya inventado Dios había que comunicarse con él, predecirlo o entenderlo, conocerlo bien, pues tenía un “orden”. Con ello se empezaron a tratar de traducir todas las “señales” que éste le mandaba a la humanidad y terminaron clasificando cada tipo de energía que percibían para intentar predecir o explicar ese orden. Así comenzaron a clasificar las energías del Sol, de la luna y de los planetas, pues observaron que cada una daba diferentes influencias en el sentir general y en los procesos de la naturaleza. Así nació la astrología; nacieron los signos y los horóscopos que no son otra cosa que la interpretación de energías traducidas en símbolos y energías clasificadas y ordenadas en una secuencia que se repite dentro de ese orden al que solemos llamar Dios. Cada una de estas interpretaciones fue probada a través de la prueba y el error, o sea a través del métodos científico a través de los siglos. No se siente igual el sol que la luna, ni se siente igual Venus que Marte; por eso no es lo mismo Juanito que Pedrito, porque cada tubo de ensayo tiene diferentes dosis de energía de diferentes cuerpos celestes y dichas influencias se determinan con el lugar y el sitio en donde naciste, para saber hacia a dónde estaba apuntando tu “centro” en ese momento y con qué se conectó tu energía, determinando tu destino. Esto funciona para cada persona y para cada criatura de ésta tierra incluyendo plantas.
¿Y para qué sirve éste tipo de cosas? Para no mezclar, por ejemplo, cortos circuitos como un dragón de madera, Aries, hombre con un Perro de metal, Libra, hombre en faenas que quieres exitosas y sin problemas. O para evitar casarte en un año de la rata o del tigre de metal, si quieres buena suerte… o inclusive para que encuentres tu serpiente – géminis si eres un gallo – acuario y seas feliz, o para que inicies tus proyectos exitosos en el mes del Chancho si eres Cabra en el año de la Liebre.
La fórmula que cada quien trae en su propio tubo de ensayo es única y medible. Pero aunque también puede ser irrepetible, no contiene nada que no exista en éste universo (sobre todo el universo próximo) y por lo tanto no contiene nada que no contenga un horóscopo. La fluidez de la vida de cada quien depende mucho de comprender éste orden y no sólo a través de los horóscopos que en realidad, comparada con la información que hay en este universo, es tan sólo la punta del iceberg.
Una vez que se comprende esto resulta algo inocente pensar que la energía que nos rodea, y su interpretación a través de los horóscopos no influye para nada en nosotros. La realidad es que el origen de todo esto es totalmente científico, lo que a veces me hace volver a pensar en porqué la humanidad insiste en clasificarlo dentro del “mundo esotérico”, en donde definitivamente hay cosas que no se pueden explicar.