Pocas muestras más genuinas de hedonismo mezclado con sustentabilidad podemos encontrar que la casa del buen Tito Ingenieri. Este habitante del pueblo cervecero de Quilmes, en Argentina, logró a lo largo de 19 años recolectar cerca de seis millones de envases de cerveza, cantidad suficiente para construir su propia casa a base de este material.
El arduo trabajo de Tito le han valido levantar su casa “gratis” y su proeza ha sido cubierta por prensa alrededor del mundo. Además, el ingenio de Tito podría valerle algún tipo de premio sustentable, ya que no sólo dio vida a este risueño y funcional ecohabitat, sino que logró demostrar que la sustentabilidad puede llevarse bien con el placer. Así lo confirma su coqueta panza y esa permanente sonrisa que emanará un eterno olor a cebada.
Via Huffington Post