En la era de las redes sociales, donde pareciera que cualquier persona tiene la capacidad de convertirse en una voz influyente, han surgido figuras que, con sus discursos y consejos, pretenden guiar a generaciones jóvenes en su búsqueda de identidad. Dos de estas figuras, El Temach y Jordan Peterson, aunque diferentes en su enfoque y plataforma, comparten un público común: hombres jóvenes en busca de dirección.
El Temach, un tiktoker que ha ganado notoriedad en la plataforma, ofrece consejos sobre cómo tratar con mujeres, generando tanto seguidores fervientes como críticos acérrimos. Su contenido, a menudo polémico, se centra en consejos y opiniones sobre relaciones de pareja, especialmente dirigidos a hombres. A través de sus videos, El Temach intenta establecerse como una autoridad en temas de relaciones, basándose en su propia experiencia y perspectiva.
Por otro lado, Jordan Peterson, un profesor y psicólogo clínico, ha capturado desde hace ya varios años la atención de muchos con sus discursos sobre responsabilidad personal, la importancia de asumir un papel activo en la vida y enfrentar los desafíos con determinación. Su libro 12 reglas para la vida (2018) se convirtió pronto en un manual para muchos hombres jóvenes que buscan orientación en un mundo que perciben como cada vez más complejo y desafiante.
Ambos personajes representan una respuesta a lo que muchos ven como una "crisis de la masculinidad" en nuestra época. Sin embargo, esta supuesta crisis es, en todo caso, un intento por aferrarse a prácticas sociales que hoy están en cuestionamiento. En lugar de una verdadera crisis, lo que vemos es una resistencia al cambio y una búsqueda de tutoría en un mundo en constante evolución.
Immanuel Kant, en su texto ¿Qué es la Ilustración? (1784), habló sobre la tendencia humana a buscar guías o tutores debido a la falta de determinación y coraje para pensar por sí mismos. Esta necesidad de tutoría se refleja en la popularidad de figuras como El Temach y Peterson. No obstante, es esencial reconocer que la verdadera ilustración proviene de la capacidad de pensar y actuar de forma independiente, sin depender de figuras autoritarias.
En conclusión, mientras que figuras como El Temach y Peterson pueden ofrecer consejos útiles, quizá lo deseable sería que los hombres aprendieran a pensar por sí mismos y a interrogar su lugar en el mundo, así como ciertas normas y prácticas convencionales que les otorgan varios privilegios sociales, en lugar de aferrarse a ideas anticuadas sobre la masculinidad. La verdadera crisis no es una falta de masculinidad, sino una falta de pensamiento crítico y autónomo en la era digital.