Desde tiempos inmemoriales, la cúrcuma ha sido valorada tanto por su sabor distintivo como por sus propiedades medicinales. Esta especia dorada, que ha sido un pilar en la medicina ayurvédica durante siglos, está ganando reconocimiento en la ciencia moderna, especialmente por sus efectos en la digestión. Pero, ¿qué hay de cierto en todo esto? ¿Puede esta especia realmente rivalizar con los medicamentos modernos?
La cúrcuma, conocida científicamente como Curcuma longa, es una planta herbácea de la familia del jengibre. Su rizoma o raíz se utiliza tanto en la cocina como en la medicina tradicional, especialmente en Asia. En la medicina ayurvédica, se ha usado durante siglos para tratar una variedad de afecciones, desde problemas respiratorios hasta dolores musculares. Pero es su papel en la digestión lo que ha capturado la atención de la comunidad científica en los últimos años.
El Dr. Krit Pongpirul, profesor asociado de medicina preventiva y social en la Universidad Chulalongkorn de Bangkok, dirigió un estudio que se publicó en el BMJ Evidence-Based Medicine. El estudio examinó los efectos de la curcumina, el principal compuesto activo de la cúrcuma, en pacientes con dispepsia funcional, una afección gastrointestinal que causa dolor estomacal, sensación de plenitud, náuseas e hinchazón después de comer.
En el ensayo, doscientas seis personas con dispepsia funcional fueron divididas en tres grupos. Un grupo tomó omeprazol, un medicamento sumamente utilizado que reduce el ácido estomacal; otro tomó suplementos de curcumina, y un tercer grupo tomó ambos. Los resultados mostraron que, después de ocho semanas, todos los grupos experimentaron reducciones similares en síntomas como dolor, eructos, acidez e hinchazón. Sorprendentemente, la curcumina parecía ser tan efectiva como el omeprazol en la reducción de los síntomas.
Estos hallazgos son asombrosos, pero es importante tener en cuenta que, aunque prometedores, son preliminares. Se necesitan más estudios para confirmar estos resultados y entender mejor cómo la curcumina puede ayudar en la digestión y otras afecciones.
Además de su potencial en la digestión, la cúrcuma y la curcumina han sido objeto de numerosos estudios por sus posibles beneficios en otras áreas de la salud, desde la reducción de la inflamación hasta la mejora de la movilidad en personas con artritis.