En una decisión no exenta de polémica, las autoridades de la ciudad Nueva York, encabezadas por el alcalde Eric Adams, anunciaron este martes la intensificación de medidas en contra de las personas que viven en las calles de la ciudad y que padecen alguna enfermedad mental en grado notable o aun severo, las cuales serán retiradas del espacio público y recluidas en hospitales psiquiátricos, incluso sin su consentimiento y aunque no representen un daño para sí mismas o para otras personas.
Respecto de la medida, el alcalde declaró:
Persiste el malentendido común de que no podemos prestar asistencia involuntaria a menos de que la persona sea violenta. Hay que acabar con este mito. En el futuro, haremos todo lo posible para ayudar a quienes padecen enfermedades mentales y cuya enfermedad los pone en peligro al impedirles satisfacer sus necesidades humanas básicas.
El anuncio se da en un momento en que, por un lado, parece que el problema de las personas en situación de calle y, además, con algún padecimiento mental, se ha agudizado en la llamada “Gran Manzana”, acaso como una consecuencia derivada de la pandemia, que tuvo como efecto haber disparado las enfermedades mentales.
Igualmente, no se puede descartar la fecha del año en que esto se decide, a unos días de comenzar las celebraciones de fin de año, que en Nueva York es una de las temporadas más importantes para el turismo, siendo una de las tres ciudades más visitadas en esta época del año.