En un informe publicado por el Instituto Nacional de Investigaciones sobre Población y Seguridad Social de Japón se ha enfatizado que existe un número creciente de personas de 30 años de edad que nunca se han casado y no tienen intención de formar una relación de pareja. Y esa es una causa seria de preocupación en una nación que ya está viendo una población que envejece rápidamente.
Según el Informe de Género de 2022 de la Oficina del Gabinete, el 25.4% de las mujeres de 30 años y el 26.5% de los hombres en el mismo grupo de edad dicen que no quieren casarse. Un poco más del 19% de los hombres veinteañeros y el 14% de las mujeres tampoco tienen planes de hacerlo.
Esto quiere decir que 1 de cada 4 japoneses de 30 años no tiene planes de casarse. Los analistas dicen que ello se debe a las crecientes presiones financieras y al deseo de vivir sin obligaciones sociales.
El informe también señala que quinientos catorce mil matrimonios se registraron en Japón en 2021, marcando la cifra anual más baja desde el final de la Segunda Guerra Mundial en 1945, y una fuerte caída desde los mil veintinueve millones de bodas registradas en 1970.
Las mujeres que participaron en la encuesta dijeron que evitan el matrimonio porque disfrutan de su libertad, tienen carreras satisfactorias y no quieren las cargas del ama de casa tradicional, como las tareas del hogar, criar a los hijos y cuidar de los padres ancianos.
Los hombres dijeron que también disfrutan de las libertades personales, pero muchos señalaron que otros motivadores para permanecer solteros incluían preocupaciones sobre la inseguridad laboral y no poder ganar suficiente dinero para mantener a una familia.
Si bien la decisión de las mujeres de tener menos hijos es un fenómeno global, el envejecimiento de la población de Japón y la falta de inmigración masiva hacen que mantener la seguridad social y la fuerza laboral sea una tarea particularmente difícil. El total de nacimientos en la tercera economía más grande del mundo cayó a un mínimo histórico el año pasado.
La encuesta, que generalmente se realiza cada cinco años pero se retrasó un año debido a la pandemia de covid-19, recibió 4 086 respuestas de personas de entre 18 y 34 años que nunca se han casado, y encuestó a 6 834 mujeres casadas menores de 55 años.
Sin duda, este es un fenómeno social que puede afectar gravemente las dinámicas económicas de la región.