Breve diccionario de las deidades mexicas

Entre los pueblos del México antiguo, los mexicas destacan por la complejidad de la cosmovisión que forjaron para dar sentido a la realidad. 

Como ocurrió con otras civilizaciones, ellos explicaron el mundo a través de los dioses, atribuyéndoles las cualidades creadoras y de organización necesarias para entender cómo surgió el universo y la vida, cómo el grano germina en la tierra o por qué existe el amor.

A continuación compartimos un breve listado de deidades mexicas. La selección no es exhaustiva, sino que pretende ser sólo un muestrario que mueva a la curiosidad por saber más sobre esta cosmogonía sorprendente.

 

Ometéotl

En la cosmogonía mexica, Ometéotl es el dios primordial, aquel que estaba antes de que todo existiera, quien se creó a sí mismo y a su vez dio origen a los dioses y al resto de la creación.

Ometéotl es un dios dual, cuya naturaleza consiste en contener a dos entidades: Omecíhuatl, el principio femenino, y Ometecuhtli, el masculino. Es así como Ometéotl pudo procrear a los primeros dioses del panteón mexica, los cuatro Tezcatlipocas, que se corresponden con los cuatro puntos cardinales: Xipe Tótec, el rojo y al este; Yáotl, el negro y al norte (conocido comúnmente como Tezcatlipoca); Quetzalcóatl, el blanco y al oeste; y Huitzilopochtli, el azul y al sur.

 

Xipe Tótec

Divinidad asociada con la agricultura, la fertilidad, la abundancia, el amor y la juventud. Simbólicamente también se le relaciona con la vida y la renovación de todas las cosas. Dado que fue creado en el este, es un dios identificado con el amanecer y la aurora. 

 

Tezcatlipoca (o Yáotl)

Dios de la noche, señor del Mictlán (el inframundo de los mexicas, la región de la muerte y el reposo), repartidor de riquezas y dueño de la juventud eterna, Tezcatlipoca podría identificarse como el principio “negativo” del mundo, dada su asociación con las regiones oscuras de la realidad. Cabe mencionar, sin embargo, que Tezcatlipoca no es una divinidad identificada con el mal.

Se le conoce también como Yáotl (“enemigo”) porque en cierto momento del desarrollo de la cosmogonía pasó a ser el antagonista sempiterno de Quetzalcóatl.

 

Quetzalcóatl

Sin duda una de las divinidades mexicas más conocidas, Quetzalcóatl, “la serpiente emplumada”, es dios de vida, de la luz y del conocimiento

Quetzalcóatl es una deidad civilizadora, pues se le atribuye la concesión de la Toltecáyotl a los habitantes del Anáhuac, siendo esta un conjunto de preceptos filosóficos y morales orientados a vivir la vida con sabiduría. 

 

Huitzilopochtli

Huitzilopochtli, el “colibrí del sur” o “colibrí zurdo”, es el dios de la guerra en la cosmogonía mexica

Puesto que los mexicas fueron un pueblo guerrero que eventualmente conquistó toda la región del Anáhuac y sojuzgó a otros, Huitzilopochtli se convirtió en la divinidad más importante de su panteón.

Huitzilopochtli era originalmente hijo de Coatlicue, pero al ganar importancia se le situó al mismo nivel de los primeros dioses creados, los cuatro Tezcatlipocas.

 

Coatlicue

Diosa de la fertilidad, “la de la falda de serpientes”, Coatlicue es una divinidad compleja, pues al tiempo que se le identifica también con el apelativo de Tonāntzin, “nuestra madre venerada”, su representación abunda en símbolos como las serpientes mencionadas, garras de águila y cráneos. 

Por supuesto, los significados de estas atribuciones se inscriben en la cosmovisión mexica. Toda la simbología en torno a Coatlicue se refiere a la dualidad de vida y muerte, así como al renacimiento y la gestación.

Por su identificación con Tonantzin, Coatlicue es considerada un antecedente del culto a la Virgen de Guadalupe

 

Xochipilli

Xochipilli, “príncipe de las flores”, es dios del amor, el juego, la belleza, las flores, el placer y la ebriedad (sagrada). Por estas atribuciones, a Xochipilli se le asocia también con el momento de la cosecha.

 

Tonatiuh

Dios del sol entre los mexicas, considerado también el “líder del cielo”.

 

Tláloc

Dios de la lluvia, del rayo y de los terremotos, Tláloc es uno de los dioses más conocidos del panteón mexica, incluso en nuestros días. 

Asimismo, es una de las deidades más antiguas no sólo de la civilización mexica sino de Mesoamérica en general pues, según se sabe, los mayas rendían culto a una divinidad afín, Chaac, misma que fue transmitida a la civilización teotihuacana y de esta a los pueblos del Anáhuac.

 

Meztli

En la mitología mexica, Meztli es la diosa de la luna, conocida también con el nombre de Ixchel.

 

Ehécatl

Dios del viento entre los mexicas. En algunos casos se le vinculó con Quetzalcoatl, al grado de hacer de Ehécatl una de las manifestaciones de “la serpiente emplumada”

Por su relación con el viento también se le considera una deidad creativa o generadora, pues se creía que era el responsable de atraer con su aliento las lluvias necesarias para germinar el grano sembrado. 

Asimismo se le atribuyó una personalidad atractiva, lúdica, la cual le llevó a enamorarse de una mujer y, con ello, conceder a los seres humanos el don del amor.

 

Tlazolteotl

Diosa del sexo y sus placeres asociados. Es también una de las divinidades más singulares de la cosmovisión mexica, pues por un lado se le representa asociada con la inmundicia, en un sentido similar a la noción de “pecado” de la mentalidad occidental. Sin embargo, al mismo tiempo es una diosa relacionada con la fertilidad femenina, los partos y la medicina.

 

Como mencionamos, esta lista no es exhaustiva. Si consideras que alguna deidad puede sumarse a nuestro pequeño diccionario, no dudes en dejarnos tus sugerencias en la sección de comentarios de esta nota o a través de nuestros perfiles en redes sociales.

 

Algunas referencias de interés:

Alfonso Caso, El pueblo del sol, México, Fondo de Cultura Económica, 1953.

Miguel León Portilla, La filosofía náhuatl estudiada en sus fuentes, México, Instituto de Investigaciones Históricas-UNAM, 1956 (disponible en línea en este enlace, digitalizado por el Instituto de Investigaciones Históricas de la UNAM).

Miguel León-Portilla. Toltecáyotl. Aspectos de la cultura náhuatl, México, Fondo de Cultura Económica, 1980.


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Imagen de portada: Quetzalcóatl y Tezcatlipoca, Códice Borbónico

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