Hace poco, un estudio encontró que las personas de ideología de derecha más radicales suelen ser menos inteligentes. De hecho, al parecer la inteligencia está vinculada a un pensamiento más progresista y liberal.
En cuanto al campo de la religión, una nueva investigación de la Universidad Case Western Reserve se acerca a las mismas conclusiones. Cabe hacer énfasis en que este análisis encontró que el resultado aplica tanto para los muy religiosos como para los muy ateos; es decir, para los radicales religiosos.
Los participantes fueron analizados con resonancia magnética, a partir de estímulos con preguntas o información diversa. Formaron parte de este estudio 209 cristianos, 152 personas no religiosas, nueve judíos, cinco budistas, cuatro hindúes, un musulmán y 24 de otras religiones.
Según los investigadores, la gente podría dividirse en 2 tipos: emocionales y analíticas. Los radicales religiosos (o los radicales ateos) son personas que embonan más en el tipo emocional (he ahí por qué algunos políticos tocan las fibras emocionales de los radicales, como en el caso de Trump). Por su parte, los individuos menos radicales en lo religioso son más analíticos.
De acuerdo con Anthony Jack, investigador de este estudio:
La resonancia emocional ayuda a las personas muy religiosas a sentirse más convencidas. Mientras más correctas moralmente son las cosas que ven, más se afianza su convencimiento.
Los terroristas, dentro de su burbuja, creen que lo que hacen es moralmente correcto. Creen que están combatiendo algo malo y proyectando una acción sagrada.
Con todo el tema de las noticias falsas (Fake News), la administración de Trump, por medio de resonancia emocional con las personas, apela a los miembros de su base, ignorando los hechos.