Diversos estudios psicológicos han demostrado que las personas que sueñan con sus problemas comúnmente encuentran al despertar una respuesta para resolverlos o, en su caso, desarrollan estímulos positivos para eventualmente hallarles solución. Por ejemplo, en el caso de conflictos con personas o traumas, soñar sobre esto ayuda a superar situaciones que aún son dolorosas o incómodas.
Durante los movimientos oculares rápidos, fenómeno comúnmente conocido como REM por sus siglas en inglés y que se refiere a esa etapa del sueño en la que visualizamos imágenes, ocurren los sueños más vívidos. Cuando soñamos con un problema de la vida real diversos factores son interconectados y estimulados –tales como conocimientos empíricos y redes de recuerdos. Al despertar, como destello, en ocasiones se producen respuestas simplificadas a problemas que permanecían sin solución pese a nuestro esfuerzo.
Soñarnos permite visualizar la vida desde una perspectiva más honesta, pues la información que guardamos en el inconsciente actúa de manera libre. Lo anterior hace posible encontrar respuestas que indudablemente están ahí, en lo profundo de nuestra imaginación, malabareando con la intuición y la racionalidad. Y ya en un segundo plano, si consideramos la posibilidad de fundir nuestra voluntad con nuestro andar onírico, esto a través de practicar los sueños lúcidos, entonces podríamos conscientemente afrontar desde el mundo de los sueños nuestros principales problemas de manera intencionada.
Algunas recomendaciones para aprovechar de manera práctica tus sueños
11 recomendaciones para tener sueños lúcidos