Roberto Calasso, La locura que viene de las ninfas
¿Cómo se verían los dioses o los personajes de la antigüedad retratados en pinturas clásicas, entre nosotros, en el metro, la calle, dentro de la cotidianidad del mundo actual? El artista ucraniano Alexey Kondakov nos muestra una visión particular al respecto.
El artista radicado en Kiev creó unos collages en Photoshop que responden a esta premisa para la serie, aún en proceso, The Daily Life Of Gods (La vida cotidiana de los dioses). Kondakov extrajo imágenes de obras clásicas como Ninfas y sátiro, un óleo creado por el academicista francés William-Adolphe Bouguereau en 1873, la Virgen del jilguero del italiano renacentista Rafael, o imágenes de la obra del pintor barroco neerlandés Caesar Boëtius van Everdingen, uno de los más destacados representante del grupo de los Academicistas de Haarlem. De hecho, las pinturas de Caesar van Everdingen fueron las primeras que inspiraron a Kondakov para comenzar a crear sus imágenes: "Me di cuenta de que los héroes de estas obras maestras simplemente estaban buscando pasar tiempo de calidad (juntos), como nosotros”, según informa My Modern Met.
Es interesante considerar cómo nuestras impresiones sobre estas imágenes cambian al insertarlas dentro de un nuevo contexto. Como en el caso de la Madonna del cardellino al fondo de un pesero. La Madonna del cardellino (o la Virgen del jilguero) es un óleo fechado hacia 1507, una de las imágenes más famosas de Rafael Sanzio, quien diera la pintura como regalo de bodas a su amigo Lorenzo Nasi.
[caption id="attachment_102718" align="aligncenter" width="534"]Lamentablemente, la casa de Nasi quedó destruída después de un terremoto el 17 de noviembre de 1548. Entre las ruinas, se logró encontrar la obra de Rafael partida, irónica, paradójica o metafísicamente en 17 fragmentos. O al menos es lo que la historia ha decidido relatar.
El arquitecto, pintor y escritor italiano Giorgio Vasari, quien es considerado uno de los primeros historiadores del arte y autor del célebre libro Le vite de' più eccellenti architetti, pittori, et scultori italiani (Las vidas de los mejores arquitectos, pintores y escultores italianos, de 1550; ampliado en 1568) escribió acerca de la Madonna del cardellino:
Encontraron las piezas entre el mortero de las ruinas, fueron donde Battista, hijo de Lorenzo, muy amante del arte, para que la rehiciera de la mejor manera que pudiese.
Muchas obras se han perdido en catástrofes naturales, o simplemente en el "azar electivo" del tiempo y la historia del arte. Por ejemplo, muchas de las piezas del hijo mayor de Bach, Wilhelm Friedemann, considerado por su propio padre como el de talento más grande, fueron perdidas, vendidas por su mujer, quemadas o subastadas por sus descendientes.
De igual forma, las cosas y/o obras que permanecen en el tiempo, van perdiendo su valor (no monetario) primigenio, su significado.
Los terremotos suceden, suceden las guerras y los años que van menguando nuestra frente suceden, y todo se ve indiscutiblemente modificado; sin embargo, algo queda de nosotros en todas las cosas, algo que las dota de un significado arbitrario que a la vez puede ser sustituido por otro que le (nos) da un nuevo sentido.
Por eso, de la misma forma que Vasari escribiera sobre la pieza reconstruida de Rafael, se puede decir de estos collages creados por el artista ucraniano que generan esta recontextualización de esta imagen de nosotros mismos partida en muchísimos fragmentos, nuestra condición humana tan permanente y metafórica a la vez:
Encontraron las piezas entre el mortero de las ruinas, fueron donde Kondakov, muy amante del arte, para que la rehiciera de la mejor manera que pudiese:
Twitter del autor: @tplimitrofe
Fuentes: Bored Panda, ABC.es, My Modern Met