Seguramente Hitchcock intuyó todo esto antes de filmar Psycho, porque no hay grito más memorable por aterrador que el de la famosa escena de la regadera. Y es que escuchar un grito humano te agarra de las entrañas pero hasta ahora, había sorprendentemente pocas investigaciones al respecto, hasta que el Washington Post arrojó un poco de luz a esto.
Los investigadores recorrieron varios videos de YouTube que mostraban gritos terroríficos de películas y de grabaciones caseras. “Encontramos que los gritos ocupan un pedazo reservado del espectro auditor, pero quisimos revisar varios tipos de sonidos para verificar que esta área es particular a los gritos”, dice el doctor David Poeppel.
Cantar, hablar y otro tipo de emisiones quedan en un rango de entre 4 y 5 Hz, pero gritar va de 30 a 150 Hz. Los cambios rápidos dentro del rango hacen que los gritos humanos tengan una cualidad acústica llamada “brusquedad” (roughness).
El único sonido que encontraron similar al grito fue la alarma de un auto o una casa, cuyos creadores intuitivamente (como Hitchcock) descubrieron la manera de encender el miedo humano. El hallazgo de este estudio es que entre mayor “brusquedad” en el grito (los que cambian más en frecuencia) más terrorífico es. Así, para hacer un grito espeluznante, solo hay que cambiar de frecuencias de sonido con brusquedad y rapidez.