La luna se puede tomar a cucharadas
o como una cápsula cada dos horas.
Es buena como hipnótico y sedante
y también alivia
a los que se han intoxicado de filosofía.
Jaime Sabines
La Luna, además de ser una alegoría básica al romanticismo fiel, evoca grandes inspiraciones en la mente humana musical, como si se tratase de una conexión entre su luminosidad y nuestra capacidad para percibir las emociones y convertirlas en sonidos. Esta día es la excusa perfecta para recordar algunos tracks que sin duda han adornado la belleza mística de nuestro único satélite natural: la gran musa de la noche.
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