Desde la creación del Ifetel, Televisa ha recibido un par de duros golpes, uno que obliga a la emisión gratuita de sus señales por cable o televisión cerrada, y su calificación como predominante en el sector radioeléctrico, que la fuerza a compartir su infraestructura y a perder la exclusividad de transmisión de cualquier evento público masivo, por ejemplo partidos de fútbol.
La decisión del Ifetel hizo caer las acciones de la empresa generándole una pérdida por 7 mil millones de pesos. En el caso de Telmex y Telcel el organismo también los declaró preponderantes. Ambas empresas de Carlos Slim –el segundo hombre más rico del mundo–, deberán compartir su infraestructura y eliminar el roamming nacional para sus usuarios. Aún no se determina el impacto que dichas medidas provocarán en las acciones de Grupo Carso.
Aparentemente se perfila un escenario de mayor competencia en un sector que ha permanecido por décadas generando jugosos negocios y adquiriendo un poder político injustificado, gracias a los intercambios de favores entre funcionarios públicos y empresarios.
No obstante, aunque se percibe una nueva dinámica en el sector, aún queda la revisión minuciosa de las nuevas disposiciones y la operación que ejercerá el Ifetel como nuevo regulador, esto de acuerdo a la experta en Telecomunicaciones Irene Levy. El escenario parece alentador, aunque hay un escepticismo latente en la sociedad, históricamente justificado, que solo se disipará en la praxis.