Olas de sombra
mojan mi pensamiento
—y no lo apagan.
Octavio Paz, "Campanas en la noche"
El agua es un símbolo poderoso. En Ka, su libro exegético sobre la mitología hindú, Roberto Calasso las caracteriza como un “irreductible plural femenino”. Las aguas, ese vientre ubicuo donde todo comienza.
Susanna Majuri, fotógrafa de origen finlandés, dio a conocer recientemente una serie en que esta característica metafísica del agua se revela a la luz de las ensoñaciones oníricas, haciendo de este elemento primordial el sustrato donde ocurren los sueños-
Para sus tomas Majuri efectivamente sumergió a sus retratados y también se sumergió ella misma, acaso el rito de paso necesario para penetrar ese otro mundo, el requisito ineludible de cruzar una frontera para llegarse a un territorio que de ordinario y por definición está en otra parte.
“Mi corazón palpita salvajemente cuando puedo sentir la presencia de las sorpresas. Mi reto es ver la realidad con una luz no tradicional. Cuando tomo las imágenes, tengo la premonición de que algo extraño está a punto de suceder”, dice la artista a propósito de su trabajo.
El efecto conseguido, por cierto, por momentos parece alejar a las imágenes del ámbito de la fotografía para acercarlas más bien al de los óleos y las pinturas, una afortunada confusión que otorga todavía más fantasía a las escenas.
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Imágenes vía Exposure Guide