Quizá por esta relación tan íntima entre el café y quien lo bebé sea posible, como lo propone el infográfico que compartimos ahora, trazar la conexión secreta entre ciertas maneras de preprar el café y la personalidad de quien las acostumbra.
Para beneficio de nuestros lectores traducimos los textos de la imagen y, después, el infográfico completo.
Espresso
Amistoso y adaptativo. Te gusta el sabor del café: un rasgo poco frecuente pero admirable.
Espresso doble
Práctico y trabajador. Te gusta saber que una carga no es suficiente para ti ―ya no más.
Espresso triple
Entusiasta y obsesivo. Estás despierto desde finales de los '90.
Moka
Amante dela diversión y creativo. Odias el sabor del café pero necesitas un estímulo para poder improvisar.
Latte
Reflexivo aunque a veces indeciso. En un mundo de incertidumbre eliges la opción segura.
Capuccino
De corazón cálido pero olvidadizo. Tus amigos tienen que recordarte que debes limpiar la espuma de tu labio.
Macchiato
Tradicional y reservado, pero sobre todo odias los bigotes de espuma.
Café helado
Asertivo y franco. No dejas que las modas dicten cómo vivir tu vida. Además, te gustan los popotes.
Americano
Calmo y conciente. Disfrutas las cosas simples de la vida como un picnic en un parque, el canto de las aves y el café aguado.
Frapuccino
Feliz y energético. Dices amar el café pero la verdad es que solo amas la crema batida.
Café para llevar
Serio y enfocado. Crees que cuando las cosas se ponen difíciles, hay que ponerle funda de cartón a lo difícil, pues el recipiente está muy caliente.
Expresso
Inteligente, molesto o ambos. Sabes o no sabes malpronunciar eSpresso. Como sea, te odio.
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