La belleza brasileña en los últimos años ha escalado a la cima del paradigma estético global --con una hueste de supermodelos dominando la industria de la moda. Esta fascinación por los cuerpos solares, la fusión étnica y la sensualidad orgánica puede ser apreciada (o despreciada, según el caso) por la subasta de la virginidad de Catarina Migliorini, quien recibió más de 750 mil dólares de un ávido picaflor japonés (los cuales aparentemente irían, en parte, como donación a lo más necesitados).
Llevando esto al paroxismo, la compañía de muñecas inflables Real Doll estrenará su creación más verosímil a la fecha en Brasil (¿la meca del sexo contemporáneo?), subastando la primera noche de Valentina (una nueva muñeca inflable lujosamente diseñada para un éxtatico simulacro erótico, con una piel más "humana" y nuevas funciones ). Según Playboy Brasil, la puja se sitúa en 50 mil dólares, lo cual incluye una velada en una suite presidencial, champagne francesa y un baño aromático de pétalos de rosa --algo que seguramente hará entrar a Valentina en el "mood".
Este será el acto cumbre de la 1ª Mostra Internacional de Bonecas Infláveis, evento organizado por el sexshop online Sexônico --el primer congreso internacional de muñecas inflables en el mundo. Habrá que ver si esta cifra es alcanzada por algún valiente y millonario fetichista, quizás un tecnofílico abanderado del transhumanismo. Y tiene que ser alguien no muy paciente, ya que las real dolls actuales cuestan unos 6 mil dólares --aunque Valentina podría costar un poco más, difícilmente llegará a los 50 mil dólares. Pero hay gente que dice que no hay como la primera vez --¿aplicará la metafísica de la virginidad para un prop de silicona?