Este miércoles 13 de marzo, apenas un par de días después de que los llamados cardenales electores se reunieran en cónclave en la Capilla Sixtina, ha resultado elegido el cardenal argentino Jorge Mario Bergoglio, de extracción jesuita, como sucesor de Benedicto XVI, uno de los pocos en la historia de los papas en renunciar voluntariamente a la posición.
Sin duda la rapidez de la elección sorprende, debida quizá a las celebraciones de Semana Santa que en el calendario de la Iglesia Católica es una de las fechas más importantes y emblemáticas. Y, claro, el hecho de su nacionalidad, que lo convierte en el primer papa proveniente del Nuevo Mundo, el primero latinoamericano.
Por ahora resta esperar por las posibles implicaciones de esta elección, pues a pesar de todo El Vaticano sigue siendo un polo de poder insoslayable, capaz de influir en millones de personas a través de la red jerárquica del catolicismo.
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Con información de Milenio