I used to be an atheist, until I realized I had nothing to shout during blowjobs. ‘Oh Random Chance! Oh Random Chance!’ just doesn’t cut it.
[Solía ser un ateo hasta que me di cuenta de que no tenía nada que gritar durante el sexo oral. “¡Oh Azar! ¡Oh Azar!", simplemente no es suficiente],
Robert Anton Wilson.
Si bien el sexo entre especies es considerado generalmente como una bestialidad, muchas personas ven el sexo con ángeles como algo deseable y aspiracional ya que, en teoría, los eleva en la escala evolutiva —¿es una forma de mejorar nuestros genes, de ganar puntos con la divinidad o de impresionar a nuestras posibles parejas (hombre o mujeres) al ser dignos de una cópula angelical?
Esto ha sido constatado por Blue Flame Magick, que entre las búsquedas que llevan a las personas a este blog registra estas inquietudes: “How to summon an angel for sex” (Cómo llamar a a un ángel para tener sexo), “Praying to angels for sex” (with an angel or person) (Rezar a los ángeles para tener sexo (con ángel o persona) y “Have people had sex with angels?” (¿Han tenido sexo las personas con los ángeles?).
La fascinación por las relaciones sexuales entre hombres y seres superiores data del principio de nuestra historia. En la Biblia se habla de unos gigantes, los Nepehelim, que tienen sexo con "las hijas del hombre"; todos conocemos las historias amorosas de Zeus y otros dioses griegos que se ven seducidos por la belleza humana. De manera un poco más recatada pero rica en simbolismo, en cierta forma es el Espíritu Santo, vía el arcángel Gabriel, quien insemina a la Virgen María. Según algunas personas, basándose en la investigación de Zecharia Sitchin, la raza humana fue creada por una raza extraterrestre llamada los Annunaki, que mezclaron sus genes con los de un primate. Podría decirse que corre un arquetipo por la mente humana de un ADN estelar o divino, cuyo retorno podría estar dado en esa cópula.
Hoy en día los ángeles y los dioses en buena medida han sido reemplazados en la cultura popular por los aliens. No es extraño que muchas personas reporten haber sido abducidos por extraterrestres para tener un intercambio sexual con estas entidades abordo de naves espaciales o en mundos paralelos. Jugando con esto hicimos hace unos meses una guía lúdica para descubrir si tu novia es un extraterrestre. Ahora compartimos esta serie de consejos —un poco ridículos y profanos— para tener sexo con ángeles compilados por el sitio Blue Flame Magick:
- Primer consejo: si vas a tener sexo con un ángel no tengas miedo. No hay nada que temer, si es un ángel seguramente será un sexy y luminoso ser tranceleste y va a saber llevarte hacia el éxtasis —aunque claro que podría ser un terrorífico gigante con alas (el peligro de tener sexo con ángeles es que pueden ser demonios que cambian de forma).
- Cuando tienes sexo con un Querubín, recuerda practicar posiciones en las que quede su perfil humano en dirección a ti, ya que de otra forma estarías practicando un poco de bestialidad.
-Al mismo tiempo prepárate para una orgía o un bukake, ya que los querubines son 4 en 1.
-Los Ofanim pueden condimentar tus escenas sexuales y servir como voyeurs ideales, ya que todo su cuerpo está cubierto por ojos. Estos testigos celestes también son las ruedas de la carroza divina, el merkabah, por lo cual podrían ser una especie de limusina voladora voyeurista.
-Se recomienda usar un condón con los serafines o de otra forma puedes descubrir por qué su nombre significa serpiente de fuego (tu vagina puede ser incendiada o en el caso de que existan serafines capaces de tomar la forma femenina lo opuesto podría ocurrirle a tu pene y es posible que conozcas literalmente "el fuego del amor").
-Si lo tuyo es el S&M, el esclavismo o la dominación se recomienda a los Bene h'elohim, ya que estos ángeles pasan todo el día encadenados.
-Te atraen los gemelos y la divina dualidad, prueba con Metatron, hay dos de él, un abajo y uno arriba.
- No temas si descubres que has dejado tu cuerpo.
-Descansa tu mirada en la luz hasta que sientas que explota(s).
- Al momento del orgasmo recuerda decir el nombre de Dios.