La revolución será monetaria: Bitcoins, ¿la moneda del futuro?

Si queremos gestar una verdadera revolución, un movimiento que de algún modo garantice el rediseño de los actuales paradigmas, existe un "enemigo público" claramente definido: el sistema financiero. De acuerdo con la estructura del escenario contemporáneo, sería difícil pensar en revolucionar las condiciones actuales sin replantear, radicalmente, el diseño que rige la economía mundial, incluyendo, o mejor dicho comenzando por, nuestra percepción cultural ante el concepto del dinero.

Una vez definido el target, lo siguiente es pensar en cuáles son los recursos óptimos para cocinar la revolución. La respuesta, como en el caso anterior, parece más o menos obvia: las herramientas digitales. Y tomando en cuenta estas dos necesidades "revolucionarias", iniciativas como la de bitcoins se perfilan como un esperanzador cauce socio-evolutivo.

Inspirada en un modelo propuesto por Satoshi Nakamoto (probablemente el pseudónimo de un grupo) y construida colectivamente, a través de una plataforma open-source, con la participación de alter-pensadores, hackers y expertos en tecnología, bitcoins es una divisa digital que busca estimular el surgimiento de una economía virtual, exenta de la sombría regulación de índices financieros o instituciones bancarias. Y a pesar de que todavía se encuentra en fase experimental, lo cierto es que se le utiliza en diversos procesos de compra, venta de bienes y servicios, transacciones comerciales y transferencias internacionales.

Uno de los objetivos de bitcoins es eliminar la intermediación de bancos y gobiernos dentro de los intercambios de un "valor". Paradójicamente, a pesar de que esta divisa es absolutamente virtual y por lo tanto irreal, las transacciones que genera están más apegadas a un verdadero valor social que los actuales sistemas monetarios que funcionan en forma centralizada, de hecho, bitcoins se jacta, orgullosamente, de ser la primera divisa virtual descentralizada.

De algún modo este sistema sigue el sendero "libertario" trazado por el intercambio descentralizado de archivos que ofrece el protocolo BitTorrent. El sistema funciona por medio de una base de datos, descentralizada, que registra absolutamente cualquier movimiento relacionado, desde la creación virtual de la moneda y todo su recorrido de una mano a otra, eludiendo así la supuesta necesidad de que una autoridad central regule las transacciones.

Bitcoins responde a la necesidad de crear "un sistema monetario no basado en leyes o reglas, sino en matemáticas y criptografía, que no necesita de ninguna autoridad para ser establecido. ¿Por qué depositar toda nuestra confianza en los bancos. Ellos nos piden todos nuestros detalles y solo falta que nos saquen una muestra de sangre. Es mejor confiar en un código matemático encriptado, con un diseño elegante y que no pide almacenar nuestra identidad”, afirma Amir Taaki, cofundador de Bitcoin Consultancy, en una entrevista para la BBC.

"La base de datos registra la historia de todos los flujos de dinero que se realizan desde el mismo origen de los bitcoins […] pero lo que se registra es el intercambio, para evitar fraudes y doble uso, no quién hizo la transacción". Y es que el anonimato resulta fundamental para ofrecer una alternativa al híper-rastreo de identidades que utiliza el sistema de divisas tradicional, un aspecto que parece enfatizar el afán de control poblacional que mantienen hoy en día las instituciones bancarias.

De acuerdo con Taaki, para conseguir bitcoins "es necesario buscar a alguien que los tenga, como cuando se va a buscar a alguien que tenga euros, y hacer el intercambio con tus dólares o la moneda que tengas". Otro recurso es "ir a una empresa establecida como plataforma para la gente que hace estos intercambios, como Tradehill, Bitcoin7 o Britcoin". Sin embargo, el uso de este sistema aún responde a mecanismos bastante complejos, casi impenetrables para cualquier persona que no tenga conocimientos avanzados de programación.

El carácter subversivo de bitcoins radica en su esencia misma, ya que se postula como una franca alternativa al pulso más poderoso del diseño actual: el sistema financiero. Su noción contracultural, e incluso ilegal, se intensificó cuando se dio a conocer el sitio Silk Road, una especie de Mercado negro donde se pueden adquirir cualquier tipo de drogas, que funciona a partir de transacciones realizadas exclusivamente vía bitcoins.

Pero antes de envolvernos en un estado de ánimo épico, también es importante tomar en cuenta que bitcoins todavía denota varias debilidades, a la vez que existen críticas bien argumentadas en contra de algunas de sus particularidades. Por ejemplo, hace unos cuantos días se reveló que hackers habían robado el equivalente a medio millón de dólares en bitcoins, suceso que provocó su relativo colapso, pues durante unas horas su valor cayó de $17 dólares por bitcoin a casi cero. El ataque se realizó contra una de las “casas de cambio”, MT.GOX, que presentaba huecos de seguridad que no había resuelto a pesar de las advertencias previas de algunos programadores.

Otra de las críticas constante en contra de esta divisa virtual es que, para muchos, su diseño favorece explícitamente los mercados negros (como en el caso de Silk Road). Ante lo cual Taaki responde "Los bitcoins no se crearon para facilitarle la vida al mercado negro o al mercado ilegal de drogas, como algunos señalan, sino para facilitar a los ciudadanos las transferencias de dinero rápidas y sin costo". Y agrega: “Somos los únicos que estamos impulsando la regulación. Tenemos abogados, expertos bancarios y estamos hablando con las autoridades financieras de este país. Tenemos que preparar el terreno para darle base legal a este sistema".

Pero más allá de polémicas o posturas enfrentadas, lo cierto es que, como enfatizábamos al inicio de este artículo, cualquier tentativa por rediseñar la actual estructura social, con la esperanza de lograr un modelo más justo, más sensible y más honesto, debe, inevitablemente, comenzar por ofrecer una alternativa al sistema financiero que nos rige hoy en día.

Y si bien bitcoins aún se encuentra en una etapa claramente experimental y poco accesible,  incluso un tanto confusa, lo cierto es que al menos incluye a los tres elementos protagónicos de la próxima gran revolución social: el sistema monetario, las herramientas digitales y, particularmente, una naturaleza descentralizada.

Twitter del autor: @paradoxeparadis

 

Bibliografía recomendada:

Life Inc: How Corporatism Conquered the World, and How We Can Take It Back


Inflation of Virtual Currencies: Effect of Real Money Trade on Price Formation in World of Warcraft and other Virtual Economies

 

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