«Grand Tour»: el viaje de desamor de una pareja que busca sobrevivir al fin del mundo
Arte
Por: Rober Díaz - 03/27/2025
Por: Rober Díaz - 03/27/2025
El «Grand Tour» fue un viaje que se puso de moda entre los aristócratas ingleses del siglo XVI que se hacía con el propósito de recibir una iniciación que los condujera hacía Italia y así descubrir el arte de la península itálica, o bien, llegar a Calais para de ahí subir a Francia o ir hacía los Países Bajos y terminar en Bélgica. Sin embargo, la ruta del viaje se modificó con el tiempo, incluso en ese mismo siglo. Hacia 1670, el viajero Richard Lassel lo recomendó para llegar con los ítalos y durante el siglo XVII el viaje se redujo al fin artístico casi exclusivo de descubrir a los grandes maestros del Renacimiento. Las modas cambian y se transforman. En 1700, la meta de este viaje era Ginebra, Suiza, para visitar al viejo Voltaire, pero Goethe hizo su «Grand Tour» hasta alcanzar Sicilia. En 1840, Marie y Percy Shelley lo hicieron con la doble meta de llegar al lago Como, en Lombardia, y después a Roma.
Este viaje tenía una pequeña singularidad para quien lo hiciera: el clérigo o tutor que acompañaba al viajero, siempre un joven, debía dejarlo solo en una gran ciudad poco antes de emprender el viaje de regreso a casa, con el propósito de fortalecer la confianza del pupilo.
Como vemos, el «Grand Tour» era en sí mismo un viaje iniciación y eso es lo que sucede en la película homónima del laureado director portugés Miguel Gomes (1972-), en la cual presenciamos ese viaje profundo en dos personajes: Edward (Gonçalo Waddington) y Molly (Crista Alfaiate).
Él es un empleado del Imperio Británico en espera de su prometida en un puerto durante una tormenta trepidante en un barco lleno de caos. Esta toma en la que Edward decide comenzar su propia huída está filmada en blanco y negro: siente miedo y se embarca desde Birmania hacia un viaje a un interior sombrío.
Molly por su lado va llegando en la búsqueda de su prometido a los puertos de una ruta que toca países como China, Japón, Myanmar, Tailandia y Vietnam. Los recursos con que el director retrata esta travesía pueden dejar atónitos a los espectadores, ya que al mostrar escenas actuales de dichos países y de algunas de sus tradiciones más excéntricas, en combinación con la trama de la película, se logra el efecto de ver una escena instalada a principios del siglo pasado con una ambientación adecuada, dando como resultado una película a caballo entre el formato del documental y a la road trip que protagonizaría cualquier viajero, sin dejar a lado el exotismo de grabar secuencias de actividades artísticas que se desarrollan localmente.
En cuanto al estilo, igualmente destaca la fuerza y la enorme melancolía que logra plasmar la decisión del director de grabar con muchas sombra y claroscuros, muchas veces cerrando las tomas a focos de luz que hacen de algunas escenas se tornen agobiantes y otras abiertas lumínicas y tranquilizadoras.
El conflicto es claro y a la vez complejo. Cuando ella lo persigue y él esta huyendo, la vida de ambos, sus personalidades se van mostrando. Cuanto más descabellado parece el montaje (ella buscándolo para que se casen), éste se torna más melancolíco y triste por toda la imposibilidad de que los amantes se vuelvan a encontrar juntos.
Antes de dedicarse al cine, el director Miguel Gomes era un reputado crítico de cine que publicaba en el diario Público en Portugal. Sus obras han sido reconocidas por la crítica especializada por ese dejo de saudade que vuelve a contar la pérdida del reyno portugués en todo el mundo. La pregunta sobre el decolonialismo y el "fracaso" experimentado son dos de las obsesiones del director, las cuales ha explorado en cintas como Tabú (2021).
En este contexto, hay una novela de Enrique Vilas-Matas, El viaje vertical (1999), con la cual el autor barcelonés logró obtener uno de los premios más prestigiosos de la literatura en español, el Rómulo Gallegos, y que en este punto acude a la mente. En la novela, Vila-Matas nos cuenta la historia de Federico Mayol, un anciano jubilado miembro del Partido Catalán Nacionalista que ha sido abandonado por su esposa, quien a su vez busca encontrarse a sí misma, dando comienzo al viaje que a él lo llevará a Portugal. La trama de Grand Tour no está inspirada en esa historia, pero guarda varias similitudes. En cambio, de acuerdo con el propio director, sí estuvo inspirada en El caballero en el salón de William Somerset Maugham, novela que también trata sobre un viaje por lugares inverosímiles en la que su protagonista busca el espíritu de Hazlitt –o “agarrarse del universo solo mediante un plato de mollejas”–.
En ambos casos literarios hay un búsqueda profunda. En la novela de Vila-Matas, el "viaje vertical" lleva a su protagonista a encontrarse de frente a la muerte, mientras que la novela de Maugham el viaje sirve a su personaje principal para darle sentido a todo aquello que parece tan profundo mediante conceptos simples. En un tercer caso, el de la prelícula de Gomes, el «Grand Tour» al que se alude es el sentido de la vida, el cual se encuentra a condición de perder todo aquello que ata y esclaviza.
Lejos de las tramas convencionales, Grand Tour es, además del diario de un viajero, el día a día de un filósofo y una filósofa que, en su búsqueda vital, dan con la comedia, la tragedia, el amor, la felicidad y también la muerte. Posiblemente Gomes hace ver que el núcleo de la existencia, más allá de lo que pensaba Heráclito, no solo es el movimiento, sino la búsqueda en sí misma, aunque ella implique terminar encontrando aquello que desde un inicio la propició, así sea el hastío, el sinsentido o la nada misma.
Por Grand Tour Gomes fue reconocido como Mejor Director del Festival de Cannes 2024. Su cinta, más que una iniciación como era el caso de los viajes de donde tomó el título, es una llegada a un sitio adonde los personajes nunca pertenecieron, pero en donde descubren que necesitaban llegar ahí para verdaderamente comenzar su eternidad, en tanto descubrimos lo que verdaderamente somos a partir de lo que dudamos de nosotros mismos.
Imagen de portada: MUBI