¿Un nuevo país administrado por derviches de una orden sufí?
Política
Por: Alejandro Massa Varela - 10/21/2024
Por: Alejandro Massa Varela - 10/21/2024
¿Una comunidad sufí tendrá a su cuidado un microestado independiente al interior de los Balcanes?
El pasado mes de septiembre 2024, el mundo quedó perplejo por el anuncio del Primer Ministro de Albania, Edi Rama, durante su intervención en la VXXIX Asamblea General de las Naciones Unidas, sobre la creación del nuevo Estado Soberano de la Orden Bektashi, un enclave dentro de Tirana que, a partir de ahora, contará con autonomía y carácter diplomático.
Esta decisión ha incomodado a parte del mundo Occidental, sobre todo a quienes promueven una sociedad cada vez más laica o una agenda islamófoba, por ser este el nacimiento de una segunda teocracia en Europa, definida en medios de comunicación como un nuevo Vaticano musulmán que, además, elevaría como Jefe de Estado al líder religioso sufí Baba Mondi.
La nueva institución gubernamental y diplomática de la Orden Bektashi en el corazón albanés, al sur del Viejo Continente, se unirá a otros microestados como la República de San Marino, el Principado de Mónaco o el Estado de la Santa Sede, convirtiéndose en el más pequeño del planeta. Su territorio representa apenas una cuarta parte de la Ciudad del Vaticano, diez hectáreas que, sin embargo, tendrán sus propias fronteras y una administración que emitirá pasaportes.
¿Pero de verdad esta noticia es como para que pongan el grito en el cielo quienes insisten que al Cesar lo que es del Cesar, y a Dios lo que es de Dios, o temen que en Mediterráneo vuelva a tomar el poder el Islam, ahora desde una miniversión de Irán o de Arabia Saudita?
Haxhi Dede Edmond Brahimaj o Baba Mondi ha aclarado el porqué de esta independencia, además de explicar, entre otros detalles, que la ciudadanía en el nuevo estado estará restringida a clérigos y administradores, de manera más o menos análoga al Vaticano católico:
El reconocimiento de la soberanía es un momento transformador para la Orden Bektashi. Nos permitirá proteger y avanzar en nuestra misión espiritual de promover la paz, la tolerancia y el amor por la humanidad. Para nuestros seguidores, no se trata de poder político o adquisición de tierras, sino de solidificar la misión de moderación espiritual de la Orden Bektashi y proteger nuestras prácticas religiosas. Albania ha sido históricamente un faro de coexistencia religiosa, y este paso es un testimonio de la naturaleza progresista del gobierno albanés bajo el liderazgo del Primer Ministro Edi Rama, quien reconoció la importancia de otorgarnos el espacio para continuar promoviendo la paz.
Si bien nos estamos convirtiendo en un estado soberano, nuestro enfoque es enteramente espiritual, no político. Buscamos la libertad de continuar nuestra tradición centenaria de moderación espiritual e inclusión religiosa. La Orden Bektashi siempre ha sido una voz de moderación dentro del Islam. Con nuestra soberanía recientemente reconocida, estamos en una posición más fuerte para contrarrestar las ideologías radicales que han plagado no solo al mundo musulmán, sino a las comunidades globales. Participaremos activamente en la cooperación interreligiosa, ampliaremos los programas educativos y fomentaremos intercambios culturales que promuevan la tolerancia y la coexistencia pacífica.
Los bektashis comparten con el resto de ordenes o “tariqas” sufíes la necesidad de una guía espiritual, denominado “baba” en la estructura clerical propia del bektashismo, así como la doctrina de las cuatro instancias o los cuatro estadios espirituales: “Sharia”, las leyes sagradas y exotéricas, “Tariqat”, la interpretación esotérica, “Haqiqat”, la mística de la realidad divina, y “Marifet”, el conocimiento secreto sobre la unicidad. El sufismo comparte con el chiísmo su reverencia por la familia del Profeta, los doce Imanes y la concurrida festividad de “Ashura” que conmemora la batalla de Karbala. Se le puede considerar una suerte de “panenteísmo” islámico: no eres Allah, la gota no es el mar, pero Allah es lo único que es, el mar es el agua, "La ilaha illallah". También se dice "Haq-Muhammad-Ali", la Verdad, uno de los nombres divinos, el Profeta, la ciudad del conocimiento, y su yerno Alí, la puerta.