Cinco de los mejores libros de Hannah Arendt, la política amante
Libros
Por: Alejandro Massa Varela - 10/28/2024
Por: Alejandro Massa Varela - 10/28/2024
Hannah Arendt buscó volver a nacer como las circunstancias de su vida. Es así que eligió la nacionalidad estadounidense como una adhesión a valores políticos y no históricos.
Esto no debe entenderse como desconexión, pero lo primero puede ser el futuro del pasado, y lo segundo, por sí solo, solo es el pasado del presente, pertenecer a Linden-Limmer, Hannover, al seno de Abraham, a las lenguas alemana y hebrea, o al género femenino. Estas humanizaciones son consciencia, pero no la definen ni son un barandilla para mirar lo que dura un latido de estrella, para sentir más que un latido de un latido. Y pensar desde breves circunstancias vitales, aún más breves para la durabilidad del mundo, permitió a Arendt aportaciones por las que se le sigue considerando una de las figuras más relevantes de la teoría política desde Aristóteles.
Filosofía, teóloga y helenista por las universidades de Marburgo, Friburgo y Heidelberg, debido a su condición de judía, conocerá la cárcel y se exiliará en París para escapar del antisemitismo nazi. El avance de Hitler por Europa llevó a Arendt a los Estados Unidos en 1941, destino definitivo donde ejerció la docencia en las universidades de Chicago y de Princeton, así como en la New School for Social Research de Nueva York. Pero, ¿qué pensó sobre el pensamiento?
Arendt negaba que existiera la “filosofía política” propiamente dicha. Biográficamente entendió la primera palabra llamándola en segunda persona, cara a cara con sus amigos y profesores Martin Heidegger, Rudolf Bultmann, Edmund Husserl y Karl Jaspers. Refiriéndose a ella en tercera, tradujo la obra de estos pensadores y la explicó al otro lado del Atlántico. Para esta gran analista del totalitarismo, la cuestión judía o el sentido de ciudadanía estadounidense, la filosofía siempre fue la clarificación experiencial del juicio y existenciaria del lenguaje, el conocimiento en toda su amplitud semántica, esa conexión delicada en las dimensiones que somos.
Siguiendo a Agustín de Hipona, uno de los cuatro Padres de la Iglesia latina, Arendt identificaba al amor con el ser como consciencia humana, la “personificación” necesaria para la responsabilidad moral, la razón y la personificación de los demás. Como “atención”, apelando a Simone Weil, otra mujer filósofa. El amor no es ni inteligible ni moralizable, más bien, piensa y puede vivir el realismo del bien. Martin Luther King, Thomas Merton o Dorothy Day, figuras del país de acogida de ambas filósofas perseguidas por el nazismo, encontrarían una articulación discursiva sobre cómo amar a un prójimo colectivo, de millones de individuos, pero intrínsecamente uno.
Un ecosistema de necesidades. Aquella segunda palabra, “política”, es la “teoría” de estos intereses. La “polis” era para Arendt “man writ large”, similitud que funda un espacio más grande, porque la política es una proyección “in extenso”, ampliada, de lo que transcurre “in foro interno”, conscientemente. Una teoría sobre un material posesivo, pero que escapa al control. Y fundado este espacio público, será conflictivo quiénes pueden hablar, “isegoría”, y quiénes son iguales, “isonomía”. La reflexión de esta identidad política es “bios theoreticos”.
La teoría sobre esta vida política es también un análisis de la identidad del poder. En el caso de Arendt, por el tiempo que le tocó vivir como judía, se convirtió en una teoría sobre el mal, encarnado por colectivos indiferentes e individuos que lo invisibilizan. El juicio en Jerusalén de Adolf Eichmann, funcionario del Tercer Reich que organizó para Hitler el Holocausto o “Shoah”, la sorprendió por la mediocridad pasmosa del criminal. Se trataba de un ser que se veía a sí mismo como un ente pasivo que solo pudo actuar como se le ordenó. La “banalidad del mal” sería la renuncia a la inteligencia del amor, a ser una persona que conoce en esos términos a los demás.
La conexión entre teoría y filosofía es poner a prueba la idea del amor en el mundo que lo mimetiza, en individuos que no son ideas, sino experiencias de esta prueba. Se trata de una teoría para la filosofía existenciaria, ser amantes que solo cuentan con sus circunstancias:
Según Draenos, lo que yo hago es pensar sin el apoyo que proporciona el terreno firme. Tengo una metáfora que no resulta tan cruda, y que nunca he publicado, pues la he guardado para mí. Yo lo llamo pensar sin asideros, sin barandillas, “Denken ohne Geländer”. Es decir, cuando uno sube o baja por unas escaleras, siempre puede agarrase a la barandilla para no caer; pero hoy hemos perdido ese asidero. Así es como me lo explico a mí misma, y eso es sin duda lo que intento hacer: pensar sin asideros.
En Pijama Surf les compartimos nuestra selección de los cinco mejores libros de Hannah Arendt. También dos videos que pueden ver en Youtube, el primero, una exposición de su pensamiento de la también filósofa Maite Larrauri, y el segundo, un fragmento de la película biográfica de la famosa teórica política de Linden-Limmer, dirigida por Margarethe von Trotta:
El concepto de amor en san Agustín, 1929.
Ediciones Encuentro, 2009:
La lejana tesis de doctorado de Arendt fue objeto de profunda revisión sistemática por parte de la propia autora en el momento de su plenitud reflexiva, en la primera mitad de la década de los sesenta. Seguramente esta elaboración, que no llegó a publicarse en vida de Arendt, pero que ha quedado recogida en la traducción española, arroja una nueva luz sobre aspectos cruciales de su teoría de la acción: la noción de natalidad como fuente perpetua de novedad, la idea de un mundo específico del ser humano que surge precisamente por amor, la relevancia del prójimo en la construcción del mundo.
¿Qué es la política?, 1997.
Editorial Paidós, 2018:
Dos acontecimientos de los años veinte marcaron profundamente el pensamiento político de Arendt. Al primero de ellos lo denominó el “shock filosófico”, la filosofía de la existencia de Jaspers y de Heidegger, y, al segundo, el “shock de la realidad”, la consolidación del movimiento nacionalsocialista en Alemania, el surgimiento del totalitarismo. Ambas experiencias ponen en movimiento su necesidad de comprender, que, en sus escritos, se convierte en un intento incesante de traducir al lenguaje de la experiencia el peligroso y a menudo brutal choque del hombre moderno con los hechos. En ¿Qué es la política? se editan los manuscritos que Arendt había preparado para su proyecto de libro Introducción a la política. La publicación de este texto abre un espacio privilegiado para conocer el pensamiento de esta teórica de la política, ya que el mismo carácter fragmentario e inacabado del texto que tenemos entre las manos parece ofrecernos la posibilidad de adentrarnos en lo que cabe considerar el taller en el que se fraguaban los materiales, las redes conceptuales, de los que se nutría su pensar.
Pensar sin asideros: Ensayos de comprensión, 1953-1975.
Página Indómita, 2019:
El título, Pensar sin asideros, proviene de la descripción que la propia Arendt hace de su actividad como pensadora, una actividad que la autora tuvo que llevar a cabo sin los pilares de apoyo tradicionales, políticos, filosóficos, morales o religiosos, pues estos habían desaparecido con el surgimiento del totalitarismo. En su conjunto, los ensayos, conferencias, reseñas, entrevistas, cartas y discursos aquí incluidos dan fe de la incansable actividad de la mente y del carácter de la autora, al tiempo que familiarizan al lector con una figura que apenas ha sido comprendida y que solo ahora comienza a ser apreciada. Arendt era una pensadora en busca no de la verdad metafísica, sino del significado de las apariencias y de los acontecimientos. No ofrecía respuestas, sino preguntas, y si escribió lo que pensaba, fue fundamentalmente para ayudar a otros a pensar por sí mismos, a descubrir que todas y cada una de las hebras de la libertad humana están entretejidas con el coraje, con algún tipo de arrojo.
Responsabilidad y juicio, 2003.
Editorial Paidós, 2007:
Responsabilidad y juicio es una obra esencial para entender la concepción que Arendt tuvo de la moral; es también una investigación indispensable sobre algunas de las cuestiones más preocupantes de nuestro tiempo. El núcleo de este libro es una profunda investigación ética: “Algunas cuestiones de filosofía moral”; en él Arendt aborda la insuficiencia de las “verdades” morales tradicionales como normas para juzgar lo que somos capaces de hacer, y examina desde una nueva óptica nuestra capacidad para distinguir el bien y el mal. Cada uno de los libros que la pensadora publicó en vida fue una pieza única que sigue propiciando nuevas reflexiones e interpretaciones. Responsabilidad y juicio reúne una serie de escritos inéditos correspondientes a la última década de la vida de Arendt, cuando se esforzaba por explicar el sentido de una de sus obras más importantes: Eichmann en Jerusalén, el relato del juicio de Adolf Eichmann, donde empleó por primera vez el famoso término banalidad del mal.
Eichmann en Jerusalén: Un estudio sobre la banalidad del mal, 1963.
Lumen Press, 2019:
El gran estudio sobre el Holocausto, un ensayo de lectura imprescindible e inolvidable. A partir del juicio que en 1961 se llevó a cabo contra Adolf Eichmann, teniente coronel de la SS y uno de los mayores criminales de la historia, Arendt estudia en este ensayo las causas que propiciaron la Shoah y el papel equívoco que desempeñaron en tal genocidio los consejos judíos. Una cuestión que, en su época, fue motivo de una airada controversia. También es una reflexión de la naturaleza y la función de la justicia, aspecto que la lleva a plantear la necesidad de instituir un tribunal internacional capaz de juzgar crímenes contra la humanidad. Poco a poco, la mirada lúcida y penetrante de Arendt va desentrañando la personalidad del acusado, analiza su contexto social y político y su rigor intachable a la hora de organizar la deportación y el exterminio de las comunidades judías. Al mismo tiempo, la filósofa alemana estudia la colaboración o la Resistencia en la aplicación de la Solución Final por parte de algunas naciones ocupadas y expone problemas cuya trascendencia sigue determinando la escena política de nuestros días. Más de cincuenta años después de su publicación, Eichmann en Jerusalén sigue siendo uno de los mejores estudios sobre el Holocausto, un ensayo de lectura inaplazable para entender lo que sin duda fue la gran tragedia del siglo XX.