Anura Kumara Dissanayake: el nuevo presidente marxista de Sri Lanka
Sociedad
Por: José Robles - 09/23/2024
Por: José Robles - 09/23/2024
Sri Lanka ha experimentado un cambio histórico con la elección de Anura Kumara Dissanayake como presidente. Este político de 55 años, líder del Janatha Vimukthi Peramuna (JVP), asume el cargo en medio de una crisis económica devastadora que ha dejado al país sin alimentos, combustibles y medicinas. Dissanayake, quien encabeza la coalición marxista National People's Power (NPP, "Poder Popular Nacional"), ha sido una figura clave en la política opositora del país desde su primera incursión en el parlamento en el año 2000.
El colapso económico de Sri Lanka en 2022, producto de años de malas decisiones financieras y proyectos mal planificados, provocó protestas masivas que culminaron en la destitución del expresidente Gotabaya Rajapaksa. En este contexto, Dissanayake emerge como una figura que promete romper con el pasado y buscar soluciones colectivas a una crisis que parece no tener fin. Su discurso ha sido claro: un solo partido o individuo no puede solucionar los profundos problemas del país, y aboga por un gobierno de consenso que incluya a diferentes sectores de la sociedad.
El pasado político de Dissanayake, con su participación en insurrecciones armadas durante los años 70 y 80, es uno de los aspectos más controvertidos de su trayectoria. No obstante, desde la derrota de esas rebeliones, el JVP ha transitado hacia la política democrática, formando parte de varias coaliciones de gobierno a lo largo de los años.
Una de sus primeras promesas es aliviar las duras medidas de austeridad impuestas por el expresidente Ranil Wickremesinghe bajo un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. Sin embargo, cualquier alteración en ese acuerdo podría retrasar un desembolso crucial de 3 mil millones de dólares que el país necesita para salir a flote. Esta será una de las principales pruebas para Dissanayake en el corto plazo.
Otro de los desafíos que enfrenta es gobernar sin una mayoría en el parlamento, donde su partido solo cuenta con tres de los 225 escaños. Dissanayake ha prometido disolver la asamblea y convocar nuevas elecciones para intentar cambiar esta situación. Sin embargo, el camino hacia la estabilidad política y económica será largo y lleno de obstáculos.
El respaldo internacional también será clave en su presidencia. Tanto China como Estados Unidos e India han felicitado a Dissanayake por su victoria, lo que sugiere que habrá una competencia geopolítica en torno a la influencia sobre el nuevo gobierno de Sri Lanka.
En definitiva, la elección de Anura Kumara Dissanayake representa una apuesta por el cambio en un país que ha sido sacudido por crisis políticas y económicas. Su capacidad para formar un gobierno de consenso y enfrentar los desafíos financieros será determinante en su legado y en el futuro de Sri Lanka.