La luna llena de fresas del mes de junio, esta noche del 21
Ciencia
Por: Alejandro Massa Varela - 06/21/2024
Por: Alejandro Massa Varela - 06/21/2024
La posibilidad de que la luna llena caiga en un solsticio, sea marcando el inicio del invierno en el hemisferio sur, o el del verano en el hemisferio norte, es una inusual conflagración de eventos, de colores y de energías. La denominada “luna de fresa” de este año llega justo un día después del solsticio de verano, el viernes 21 de junio de 2024.
Los horarios para atestiguarla serán, por ejemplo, las 22:07 horas en Argentina, las 20:07 en México, Colombia, Perú y Ecuador, o las 02:07 en España.
Por su posición astronómica este año, la Luna de fresa ocupará esta vez un lugar astrológico como “luna llena en Capricornio”, que es en el horóscopo la décima casa astral, distinguible por el signo de la Tierra y compartiendo eje con el signo de agua de Cáncer.
El antiguo nombre europeo referente a este estado de nuestro satélite natural es el de “luna de miel”, ya que este valorado líquido apícola se recolecta a finales de junio. Conectar este mes con el matrimonio se explica por ser ideal para que se celebren bobas.
Fueron algunas naciones indígenas de Norteamérica quienes utilizaron primero el mote de luna de fresa, debido a la coincidencia de esta con la corta temporada de cosecha de fresas. Era vista también como una luna de eclosión o de comienzo de una nueva vida.
.Viene a la mente el bello poema Fresas silvestres de Robert Graves:
Fresas que crecen en los jardines
Son regordetes y jugosos finos,
Pero más dulce hasta donde saben los sabios
Brote de la vid del bosque.
No hay necesidad de cuenco o cuchara de plata,
Azúcar, especias o nata,
¿Se arranca la baya silvestre en junio?
Al lado del arroyo que gotea.
Uno de esos que se derrite en la raíz de la lengua,
Confundir el sabor con el aroma,
Es mejor que un picoteo completo de frutas de jardín:
Lo que apunta a mi argumento.
Que la justicia arrepentida se apodere de nosotros
Y chasquea la pluma pervertida,
Que los poetas viejos y paralíticos tiemblan
Contra las mentes de los hombres.
Blasfemos que confiamos en ser atrapados
En lejanas redes de tinta,
Los finos supremos del pensamiento humano.
Hasta que no queda nada que pensar.