El universo conocido podría encontrarse dentro de un agujero negro dentro de otro universo más grande
Ciencia
Por: José Robles - 05/10/2024
Por: José Robles - 05/10/2024
Si algo en nuestra realidad puede provocar el vértigo del pensamiento y la imaginación es sin duda el universo y el conocimiento que a veces se le puede arrancar, no sin mucho esfuerzo. Cuando aprendemos los datos de sus dimensiones, de su naturaleza, de su génesis y los fenómenos que ahí se suscitan, es casi inevitable sentir el estremecimiento del asombro y el misterio.
Tal es el caso de una hipótesis elaborada por Jean-Pierre Luminet –astrofísico de origen francés adscrito al laboratorio de dicha disciplina y al Centro de Física Teórica de la Universidad de Marsella–, quien sostiene que el universo conocido podría estar albergado dentro de un agujero negro situado a su vez en un universo de mucha mayor dimensión, en una suerte de mecanismo de matrioshkas cósmicas insondable para el ser humano.
En un paper titulado “El universo holográfico”, Luminet retoma una paradoja señalada por Stephen Hawking al respecto de los agujeros negros. Según Hawking, si un agujero negro desaparece, hay una porción de información que desaparece por completo, en específico, la radiación térmica emitida por el agujero cuando estaba activo. La paradoja radica en que de acuerdo con uno de los postulados básicos de la física cuántica conocido como “unitaridad”, ningún sistema puede crear o destruir información,
Cual detective cuántico, en su texto Luminet continúa reconstruyendo este enigma y en ello arriba al nombre de Gerard ’t Hooft, un físico teórico holandés, premio Nobel en el área en 1999 y profesor e investigador en la Universidad de Utrecht. Según ’t Hooft, una posible solución a este dilema sea una propiedad de la termodinámica de los agujeros negros que se descubrió al estudiarlos a la luz de la teoría de cuerdas. Luminet explica:
Desde el punto de vista de la información, cada bit en forma de 0 o 1 corresponde a cuatro áreas de Planck, lo que permite hallar la fórmula de Bekenstein-Hawking para la entropía. Para un observador externo, la información sobre la entropía del agujero negro, una vez soportada por la estructura tridimensional de los objetos que han cruzado el horizonte de sucesos, parece perdida. Pero desde este punto de vista, la información está codificada en la superficie bidimensional del agujero negro, como un holograma». Por tanto, concluyó 't Hooft, la información tragada por un agujero negro podría restaurarse completamente durante el proceso de evaporación cuántica.
De acuerdo con James Felton, del sitio iflscience, esta explicación remite a la idea de que un volumen tridimensional puede ser descrito a partir de sus límites bidimensionales, lo cual conduce a la hipótesis de que el universo que conocemos fuera en sí mismo un agujero negro del que podemos percibir únicamente sus límites.
La hipótesis es sin duda inquietante, pero en cierto modo parece posible. Como en la cosmología hindú o en las fantasías de algunos escritores y poetas, ¿qué impediría que esta realidad tan palpable para nosotros no fuera más que el sueño de alguien más, que vive a su vez en la memoria frágil de otro ser situado en un universo para nosotros inaccesible?