La lluvia de las 'Eta Acuáridas', el espectáculo astronómico de mayo
Ciencia
Por: Alejandro Massa Varela - 05/12/2024
Por: Alejandro Massa Varela - 05/12/2024
Estamos dentro del momento astronómicamente más interesante de 2024. Durante el periodo anual entre el 19 de abril y el 28 de mayo, podemos ser testigos de la lluvia de meteoros de las “Eta Acuáridas” y de su aparente alineamiento con la débil estrella que les da nombre, un estertor luminoso mucho más distante en la constelación de Acuario.
Observar el espectáculo de las Eta Acuáridas es mucho más sencillo desde el hemisferio sur o en puntos ubicados en el trópico, como las islas Canarias. Sin embargo, es posible participar desde el hemisferio norte en latitudes de hasta 40 grados aproximadamente, siendo el momento más visible de esta lluvia de luz el tiempo entre las 4 horas después de la medianoche y el amanecer. Su radiante culmina alrededor de las 8 de la mañana, convertido el horizonte en una ventana de cortísima duración hasta desaparecer con el crepúsculo matutino.
En un cielo sin o casi sin Luna, alrededor de un cuarto de los meteoritos Eta Acuáridas dejan estelas persistentes o “trenes” de gases ionizados que brillan por escasos segundos. Se tratan de restos del cometa “1P/Halley” o solo “Halley”, que abandona partículas de polvo y roca en su viaje alrededor del Sol. Cuando la Tierra cruza cada año la órbita de este cuerpo estelar, pasa a través de esta polvareda que, una vez dentro de la atmósfera, raya nuestro cielos, algo espectacular para ver. Esto vuelve a ocurrir a finales de octubre como la denominada lluvia de meteoros de las “Oriónidas”. Como escribió el novelista japonés Haruki Murakami:
No solo son hermosas: las estrellas son como los árboles en el bosque, vivas y respirando. Me están mirando. Miran lo que he hecho hasta ahora, lo que voy a hacer, lo saben todo. Nada escapa a sus ojos vigilantes. Cuando estoy sentado bajo el brillante cielo nocturno, nuevamente un miedo violento se apodera de mí. Puedo decir que mi corazón late a mil por hora y apenas puedo respirar. Todas estas millones de estrellas me miran y nunca antes les he dedicado más que un pensamiento pasajero. Y no solo las estrellas. ¿Cuántas otras cosas no he notado en el mundo, cosas de las que no sé nada?
La llovizna de las Eta Acuáridas puede volverse un chubasco sin avisar. Es mucho más productiva que otros fenómenos similares, con hasta cuarenta o cincuenta meteoros por hora durante el pico nocturno de su actividad, la cual bien podría exacerbarse este año. Dejemos que nos miren justo antes del amanecer, atravesando lo más alto de la oscuridad.