Luis Enrique, el líder estoico: la profunda inmersión en la filosofía estoica del entrenador español
Filosofía
Por: Luis Alberto Hara - 04/19/2024
Por: Luis Alberto Hara - 04/19/2024
El ex futbolista español y ahora entrenador del PSG, Luis Enrique, se ha posicionado como una de las grandes personalidades del futbol contemporáneo y no sólo por sus éxitos dentro y fuera de la cancha. Luis Enrique llama la atención por su fuerte carácter, su capacidad insobornable de seguir sus principios y una cierta integridad que es admirada por muchos.
Quizá no sea extraño saber que Luis Enrique ha abrazado los principios de la filosofía estoica un sistema de pensamiento que ha ganado notable popularidad en los últimos tiempos. Sus raíces se remontan a figuras como Séneca y Epicteto, cuyas enseñanzas han cobrado renovado interés en la sociedad contemporánea.
No hay duda de que Luis Enrique -epítome de la sinceridad y el tesón- se ha sumergido en los preceptos del estoicismo, encontrando en ellos un refugio durante momentos de adversidad, como lo fue la dolorosa experiencia de enfrentar la enfermedad y muerte de su hija Xana. Su devoción por la lectura de los escritores estoicos refleja una búsqueda personal de serenidad y fortaleza interior en medio de la tormenta mediática que rodea su carrera.
El interés de Luis Enrique por el estoicismo despuntó antes del mundial en el 2022, cuando en sus lives de la plataforma Twitch constantemente hablaba de esta filosofía y citaba a algunos de sus autores. Luis Enrique ha destacado la importancia de comprender a fondo las enseñanzas estoicas, desafiando la percepción común de que son frías e insensibles. Más bien, subraya la idea central del estoicismo: la acción. Esta corriente filosófica enfatiza la necesidad de actuar con rectitud y concentración en lo que se puede controlar, mientras se deja de lado lo que escapa al dominio humano.
Este enfoque se refleja en la actitud de Luis Enrique como entrenador, donde prioriza el enfoque en el juego y las acciones bajo su control, sin distraerse por circunstancias externas. Un ejemplo de esto puede verse en que no se ocupa de reclamar al arbitro o hablar de los rivales tanto. En contraste, durante los cuartos de final de la Champion, Xavi, el entrenador del Barcelona perdió los estribos y se hizo expulsar, mientras que Luis Enrique se mantuvo en lo suyo confinado en que emergería triunfante en la adversidad, con una templanza admirable.
El resurgimiento del estoicismo en la cultura contemporánea no es casualidad. En un mundo marcado por la incertidumbre y la agitación, muchos encuentran en esta filosofía una brújula para enfrentar el sufrimiento y encontrar la paz interior. Su énfasis en la contención emocional y la búsqueda de la serenidad resuena especialmente en una sociedad saturada de estímulos y ritmos acelerados.
En los últimos años, y sobre todo durante la pandemia, la venta de textos como las "Meditaciones" de Marco Aurelio se ha disparado, alcanzando cifras impensables hasta hace algunas décadas.
El estoicismo es una preparación o una suerte de medicina psicológica preventiva contra aquello inevitable en los hechos. Aquel excedente que provoca precisamente toda gama de insatisfacción humana. Requiere de templanza, caracterizada muchas veces como una forma fría de enfrentar los sucesos en la vida, porque sugiere una aproximación al bien no basada en lo que ocurre y quizá debería ocurrir, sino en lo que pasa como uno mismo, lo que sea “eph'hēmin”, de nosotros. El estoico no pretende analizar lo que le sucede, sino cómo ha evaluado y puede evaluar los hechos, cómo se explica a sí mismo para ganar sabiduría interior, un enfoque que tiene el propósito claro de hallar el mejor arreglo moral y psíquico posible