'Juegos de niñxs' de Francis Alÿs: un precioso recorrido por la luminosa sencillez de los juegos infantiles
Arte
Por: Juan Pablo Carrillo Hernández - 03/31/2023
Por: Juan Pablo Carrillo Hernández - 03/31/2023
Nada de lo humano es sencillo y, sin embargo, pocas obras de la civilización hay tan simples como los juegos de infancia. Simples de una manera muy singular: transparentes, inmediatos, asequibles. El juego durante la infancia suele ser diáfano tanto para los participantes como para los observadores externos que por curiosidad o por algún otro tipo de interés lo observan. Casi como si se tratara de una entidad autónoma, el juego se entrega sin más a los involucrados para que estos lo entiendan tan pronto como sea posible y se cumpla así su propósito esencial: ser jugado.
Bajo dicha premisa es posible seguir la exposición Juegos de niñxs, 1999-2022, la cual reúne algunos de los registros que un equipo encabezado por el artista de origen belga Francis Alÿs ha recolectado en distintas partes del mundo en torno a los juegos de infancia.
A lo largo de una veintena de videos, el visitante encontrará juegos que juegan niños en países como El Congo, México, Ecuador, Nepal, Francia y varios otros más. Juegos con los que se divierten, pero no solamente. Son también juegos con los que socializan, que les sirvieron de entretenimiento o distracción durante la pandemia, juegos donde aprenden a relacionarse con el otro (a mirarlo, a percibirlo, a tocarlo), juegos también para aprender a estar solos, juegos a través de los cuales conocen su entorno y descubren cómo servirse de él. Y juegos, después de todo, con los que simple y llanamente juegan.
Sin embargo, la diversidad de los juegos reunidos, la curaduría y aun la museografía de la exposición no buscan conducir al visitante a establecer una especie de categorización del juego infantil o una definición de estos basada en su funcionalidad. Por el contrario, fiel al espíritu de lo mismo que expone, Juegos de niñxs, 1999-2022 se conforma modesta y alegremente con sólo mostrar lo que sucede; decir, con las grabaciones realizadas: esto es a lo que juegan los niños. Y nada más.
Con todo, cabe destacar la mirada del artista, que por fortuna en este trabajo no pretende ningún tipo de neutralidad o imparcialidad. Si bien la mayoría de los juegos registrados podrían tener algún interés por sí mismos (histórico, cultural, psicológico, etc.), en el caso de este trabajo se pone de relieve además sus cualidades estéticas. Los juegos presentados se vuelven, así, admirables. Con una muy particular forma de contemplación activa (es decir, curiosa, inteligente, enriquecida), la mirada de Alÿs realiza un doble movimiento en el que da libertad y espacio al juego para que ocurra –otorgándole, por supuesto, el papel protagónico–, pero sin retirarse, sino más bien ocupando un lugar quizá secundario pero fundamental, poniendo su mirada al servicio del juego, rindiéndose ante él, para que este brille aún más en toda su plenitud.