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El camino de Bután: el sendero sagrado de los Himalayas que ahora se puede recorrer a pie

Buena Vida

Por: Mateo León - 10/19/2022

Con al menos 500 años de existencia y después de 60 de haber estado clausurada para los extranjeros, el Reino de Bután ha rehabilitado la Ruta Transbutánica, un antiguo sendero utilizado antiguamente por peregrinos budistas

En la historia de la humanidad, las caminatas han ocupado un lugar simbólico especial, en buena medida porque se les ha asociado con una especie de comunión con el pensamiento, la reflexión y la meditación

“Todos los grandes pensamientos se han concebido caminando”, escribió alguna vez Friedrich Nietzsche, condensado en esa frase una tradición que al menos en Occidente tiene importantes y lúcidos representantes, desde Aristóteles y sus peripatéticos hasta Immanuel Kant y sus legendarias caminatas en las inmediaciones de su natal Köninsberg, pasando por la sentencia “el movimiento se demuestra andando” que se atribuye a Diógenes el cínico y con la cual refutó ingeniosamente a Zenón, o por los también célebres recorridos de Henry David Thoreau por los bosques de Maine, o las “ensoñaciones del paseante solitario” de Rousseau. Sin embargo, esos son apenas los ejemplos célebres de una práctica que en realidad es herencia de toda la humanidad. 

La caminata también puede tener un sentido religioso. En tanto caminar tiene el potencial de conectar la percepción humana con presencias en algún sentido “superiores” –la naturaleza, el paso del tiempo, la meteorología, etc.–, no es casual que la caminata sea el punto de encuentro entre el ser humano y lo sagrado. El camino de Santiago o la obligación musulmana de acudir a la Meca al menos una vez en la vida son buenos ejemplos de ello, aunque no son los únicos.

Recientemente el Reino de Bután ha reabierto un sendero que durante varios siglos fue utilizado por peregrinos budistas en ruta hacia algunos lugares sagrados (como los templos de Druk Wangyal y Trashi Choeling), desde el este hacia el oeste del país, pasando al pie de la cordillera de los Himalayas, entre los límites con China y la India.

Se trata de un camino de 403 km de extensión que se conoce bajo el nombre de Ruta Transbutánica, el cual ha sido rehabilitado en parte porque el Reino de Bután abrió recientemente sus fronteras para la actividad turística. De hecho, la ruta se está promocionando como un atractivo para quienes practican el senderismo, si bien su historia es mucho más profunda.

En el siglo XVI, este camino formaba parte de la célebre “ruta de la seda”, el camino que seguían tradicionalmente los comerciantes de dicha mercancía en el traslado de esta entre China y Europa, y el cual también fue usado para otros fines (como ruta de mensajeros y militares, por ejemplo). En tiempos más recientes, el sendero fue clausurado al paso de extranjeros como consecuencia de la situación política que se vivía en el país.

La Ruta Transbutánica se presenta como un sendero que se puede realizar a pie o en bicicleta y en el cual confluyen lo sagrado, la historia milenaria del Reino de Bután y la flora y fauna que viven en la región. 

Asimismo, en la rehabilitación actual del paso por esta Ruta Transbutánica destaca que el total de las ganancias que se obtengan por la actividad turística derivada de su usufructo serán destinadas al mantenimiento del sendero.


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Imagen de portada: Unsplash