Sabemos que hoy en día muchos de los productos de nuestro consumo diario provienen de otros países. Por ejemplo, lo que se produce en América hace un largo recorrido para llegar a Europa o Asia.
El café producido en países africanos y latinoamericanos se procesa y queda listo para su venta y consumo en los mercados internacionales, especialmente el estadounidense y el europeo.
Al igual que productos como alimentos, ropa y bienes de todo tipo recorren el mundo para llegar a las manos de los consumidores, también existe una compleja cadena de producción y distribución de drogas.
La demanda de todo tipo de estupefacientes es cada vez más alta. Las drogas que se producen en Latinoamérica se distribuyen alrededor del mundo.
En un ejemplo por demás singular, trabajadores de la planta de Romont, en Suiza, encontraron 500 kilogramos de cocaína entre los sacos del café que Nespresso utiliza para fabricar las cápsulas para sus cafeteras.
Más tarde, la policía halló más droga en cinco contenedores de transporte. Las primeras investigaciones sugieren que el cargamento proviene de Brasil.
La cocaína que se encontró entre los sacos de café tenía una pureza del 80% y un valor estimado de casi 50 millones de francos suizos, aproximadamente 53 millones de dólares o 48 millones de euros.
Esta es una de las mayores capturas de drogas en Europa, especialmente en Suiza. De acuerdo con las autoridades, el cargamento estaba destinado al mercado europeo.
En un comunicado, Nespresso dijo que la droga no contaminó la producción de cápsulas de café. Una vez que los trabajadores encontraron los paquetes de cocaína, la policía los separó de los sacos de café y los aisló, por lo que el café de las cápsulas es 100% seguro para el consumo.
Imágenes: CNN