DECÁLOGO: JOAQUIN PHOENIX - 10 visos de un Guasón épico
Arte
Por: Iván Uriel Atanacio Medellín - 09/11/2019
Por: Iván Uriel Atanacio Medellín - 09/11/2019
Miembro de una fraternal dinastía actoral, Joaquin Phoenix emergió en el firmamento de la cinematografía universal bajo la estela de extraordinaria versatilidad que su hermano River había dejado como legado en su corta pero notoria carrera en películas como Cuenta conmigo de Rob reiner, Mi Idaho privado de Gus Van Sant, o Un lugar en ninguna parte, del enorme Sidney Lumet y por la cual el joven actor fue nominado al premio de la Academia como Mejor actor de reparto. Phoenix había tenido apariciones en cintas taquilleras, como el joven Harrison Ford en Indiana Jones y la última cruzada de Steven Spielberg, y se disponía a formar parte del elenco de la hoy clásica Entrevista con el vampiro de Neil Jordan, encabezada por Tom Cruise, junto a Brad Pitt, Stephen Rea, Antonio Banderas, Kirsten Dunst y Thandie Newton, cuando murió en el club The Viper Room (el propio Joaquin avisó al 911 respecto a la sobredosis de su hermano mayor), punto de reunión de Los Ángeles, asiduo de actores como Keanu Reeves o Johnny Depp, por lo que fue sustituido por Christian Slater en la cinta encabezada por el ya para entonces consagrado.
El impacto de su muerte sacudió el Hollywood de principios de la década de los 90, y los focos de atención a los valores juveniles de su generación viraron a otras promesas como Christian Bale, Leonardo DiCaprio, Edward Norton, y posteriormente Matt Damon o Ben Affleck, quienes también integraron elencos dirigidos por Gus Van Sant. No obstante, un actor poco conocido para entonces, surgiría precisamente de las manos del célebre director afianzado en Seattle, con la cinta Todo por un sueño; a partir de ahí, su rostro, caracterizado por su intensa mirada y la cicatriz de nacimiento que tiene sobre su labio superior, harían del ímpetu y energía de sus interpretaciones, volcadas en el despliegue físico de su talento, un referente de los años por venir: Joaquin Phoenix. A diferencia de su hermano, nacido en el mítico Oregon, estado ícono de su tiempo, Joaquin nació en Puerto Rico, y aunque el impacto de la muerte de River influyó en su ausencia y casi renuncia al mundo del espectáculo, fue gracias al impulso del propio Van Sant que Leaf, como originalmente se llama, decidió transitar el camino de la actuación, el cual, tras más de 2 décadas, le ha merecido sendas nominaciones al premio Óscar, así como hacerse acreedor al premio de Mejor Actor en los prestigiados festivales internacionales de Venecia, Cannes, del Globo de Oro e incluso del premio Grammy, y a su paso, a ser dirigido por directores consagrados como Ridley Scott, Woody Allen, M. Night Shyamalan, Philip Kaufman, Oliver Stone, Ron Howard, Thomas Vinterberg, James Mangold, James Gray, Paul Thomas Anderson o Todd Phillips.
Camaleónico, versátil e inmerso en cada personaje, Phoenix decidió cambiar su nombre y virar hacia un espacio propio en el arte que de alguna forma se alejaba y acercaba a su vida como un llamado interno que sin duda abrazó con la misma intensidad que brinda en sus cintas, haciendo de sus personajes complejos visos posmodernos, reflexiones de interioridad, e imágenes de seres humanos que gravitan el vacío, el debate existencial y el letargo como estado consciente de una búsqueda continua, tal como su guasón, Phoenix captura el grito, lo guarda y expone, sea con un gesto, una expresión o con la mirada que ríe y llora con o sin el maquillaje propio de quien actúa y se adentra en su papel como una suerte de viaje sin retorno.
En esta edición de DECÁLOGO, y con motivo del estreno de Joker, película que ha recibido estupendas críticas a partir de su estreno y triunfo en el Festival de Cine de Venecia, ganando el León de Oro, y que podríamos garantizar, tendrá una fuerte atención en la venidera temporada de premios, que irónicamente, tendrá al Guasón como un personaje que podría otorgar, a diferencia de cualquier superhéroe o villano, nominaciones al Óscar para su intérprete, tal como lo alcanzara Heath Ledger, quien de forma póstuma, ganara el premio Óscar con El caballero de la noche de Christopher Nolan en la categoría de Mejor actor de reparto. Phoenix se apunta como sólida candidatura al premio a Mejor actor en las diversas entregas por venir, y mientras la cinta se estrena en los cines del mundo, y recibe los aplausos para su protagonista, hacemos un breve recorrido por algunas de las cintas que integran el canon fílmico del actor que, además de haber superado su adicción al alcohol y ser amante de la naturaleza, es director de videos musicales, activista en favor de los animales, productor y guionista.
10. TODO POR UN SUEÑO (To Die For) 1995
Dir. Gus Van Sant
Protagonizada por Nicole Kidman, Matt Dillon y el propio Phoenix, Todo por un sueño es una cinta que aborda la ambición como un atuendo del aspiracional concepto de éxito, o del talento incalculable de la ambición que una conductora de televisión tiene por escalar al nivel más alto de una cadena de situaciones que, a modo de comedia negra, sitúa la manipulación como eje de su ascenso, y al asesinato de su esposo, obstáculo entre pensar su sueño y alcanzarlo, como un escalón más. Phoenix aparece como un estudiante, aprendiz o cómplice de ese proceso, seducido por la conductora que ansía pasar de dar el clima a conducir en horario estelar; sin embargo, los vuelcos de la trama, filmada en una combinación entre ficción y documental (los protagonistas filman algunas secuencias que el espectador captura), hacen de sus monólogos directos a pantalla una estupenda analogía entre la imagen que lo mismo presenta una realidad que una fantasía, la que habita la mente del soñador y de quien sigue su sueño.
Jimmy, personaje de Joaquin, no sólo sigue el sueño sino se convierte en cómplice, y termina consumando uno de los puntos a derribar en la línea de ascenso de su protagonista, orientado por el placer y la seducción, Jimmy es un artífice del sueño de alguien más, y un culpable adscrito a la circunstancia de sus propios instintos. La película tuvo un gran recibimiento de la crítica, y podríamos considerarla como la primera cinta en la nueva etapa del hasta entonces actor juvenil, para volver a la cámara de forma notable; además de describir algunos presupuestos de la juventud de los 90, y de acompasar una banda sonora acorde a su entorno ambiental, la película propone desde su motivo amoral y antisocial encarnado en sus personajes, una dinámica visual sugerente y una línea narrativa que sobresale en la amplia oferta fílmica su director.
9. HOTEL RUANDA (Hotel Rwanda) 2004
Dir. Terry George
Don Cheadle, Sophie Okonedo, Nick Nolte y Joaquin Phoenix, encabezan el elenco de esta película que aborda la tragedia humanitaria y masacre civil acaecida en Ruanda en 1994, y lo hace desde la perspectiva de un refugio involuntario e intempestivo que culmina siendo una palestra entre las distintas acepciones y condiciones de asilo que puede tener un extranjero y un habitante nativo en un mismo sitio. Asesinatos a mansalva, matanzas despiadadas, el doloroso exterminio, la muerte y el llanto, sacuden el entorno del hotel que sirve como un oasis y al mismo tiempo como una trinchera a la deriva entre el caos, el heroísmo y la supervivencia que requiere más que voluntad humanismo, más que deseo compasión, y más que planes instintos.
Phoenix captura como periodista las imágenes de la desolación y la esperanza, su papel, además de asimilar los testimonios, ofrece una serie de reflexiones en torno a lo que podrán o no pensar quienes verán sus reportajes, si es que acaso sentirán empatía, dolerán, o si al reconocer la tragedia al televisor continuarán con sus vidas, moviendo la cabeza, cambiando el canal, sin importar qué acontezca al otro lado del mundo, en un continente que no es el suyo, con personas que no les competen más allá de la noticia. Más de mil 200 refugiados en las acciones humanitarias acontecidas en el hotel, el libre albedrío, la solidaridad y la ayuda sin medida y a sacrificio de la propia vida, son los valores que rescata el director Terry George, quien también escribió el guion, para presentar una de las películas más emotivas y sentidas de la primera década del siglo XX.
Uno de los destacados logros de la cinta, además de sus nominaciones a los premios Óscar, fue la conformación de un fondo de las Naciones Unidas para atender precisamente algunas acciones en favor de la protección de los derechos humanos en Ruanda, hacer mella en asuntos pendientes respecto a movilizaciones y desplazamientos humanos por forzamiento, así como de las y los miles de refugiados en distintas naciones de África.
8. NUNCA ESTARÁS A SALVO (You Were Never Really Here) 2017
Dir. Lynne Ramsay
Joaquin Phoenix ofrece en Nunca estarás a salvo una de las mejores, si no la mejor actuación de su carrera hasta ese momento, una impresionante muestra de su talento cobijado por un personaje complejo, que le hizo merecedor del premio a Mejor Actor del Festival Internacional de Cine de Cannes. Adaptación de la novela En realidad nunca estuviste aquí de Jonathan Ames, Nunca estarás a salvo es ante todo una cinta de redención, en la cual, su protagonista, Joe, trata conciliar sin proponérselo, los traumas, recuerdos y tormentos de su pasado como agente del FBI y como hijo de una madre solitaria, amén de que dedica sus labores de contratación privada al rescate de mujeres reclutadas para la trata de personas, donde se ven envueltos los bajos y altos mundos del poder político y financiero. No obstante, la cinta no centra su nodo principal en las relaciones de poder o en el entramado policial de su misiva, sino en la íntima relación que desde la otredad y sin verse, establece por la fatalidad o el destino Joe con Nina, Ekaterina Samsonov, quien ha sido al parecer secuestrada y por la que un senador ofrece recompensa, de pronto, Joe está inmerso entre una maraña de confusión, persecución, trampas y emboscadas, que incluyen la muerte del senador y de su madre, así como la reveladora implicación del gobernador, dejando su propia introspección al amparo de lo que fue su pasado.
Phoenix encarna los rasgos de angustia y pesimismo que copiosamente van hundiendo al personaje con motivaciones suicidas, que atiende al desaliento y busca evadir el dolor o el letargo, y quien ante las revelaciones que van sucediéndose como consecuencia del caso, va perdiendo las razones de su vida hasta mostrarse de frente al horizonte compartido de quien había intentado salvar desde un principio; para Ramsay, la redención no acude a los personajes por sus motivos próximos, ni recurre a heroísmos para desentramar el crimen, recurre a la percepción individual que se manifiesta como una posibilidad mutua; Phoenix abre los presupuestos interpretativos con maestría, logrando en su proceso actoral una de las más profundas actuaciones de su carrera.
7. JOHNNY Y JUNE: PASIÓN Y LOCURA (Walk The Line) 2005
Dir. James Mangold
Nominado al premio Óscar en la categoría de Mejor Actor, Joaquin Phoenix encarna a la leyenda musical Johnny Cash en esta cinta biográfica de estupenda manufactura lo mismo narrativa que musical, dirigida por James Mangold. Una historia de amor que atraviesa distintos períodos biográficos y musicales, convierte a Pasión y locura en una cinta convencional dentro de su filmografía, pero que le hizo asumir la personalidad y de suyo interpretar a una leyenda de la música estadounidense, y poner su voz al servicio de la causa.
El resultado: una nominación a Mejor actor para el premio Óscar, y un Grammy a la suma de reconocimientos que le hizo merecer su fiel interpretación biográfica. Reese Whiterspoon como June Carter recibió el premio a Mejor actriz de la Academia, y completo una mancuerna de gran energía y química en pantalla, que refleja la intensa relación de amor, profesión, pasión, locura y arrebato que caracterizó a la pareja en su ir y venir por la propia historia musical, como un corolario de su historia personal de constantes cambios y motivaciones. Phoenix presenta una actuación modulada y segmentada entre el talentoso músico, su camino sinuoso por las drogas y adicciones, sus culpas internas y perdones no recibidos ni ofrecidos, y sus causas manifiestas como motor de su música; a la par, va develando el profundo amor de una pareja no convencional y la resolución atípica de sus amores. Pasión y locura es una de las más convencionales películas de Phoenix, si atendemos a su resolución o al enfoque optimista de su realización, sin embargo, el reto interpretativo es loable, y el actor encarna con sonora fidelidad movimientos, rasgos y tonos vocales, haciendo de su actuación un señuelo para la audiencia que, aunado al catálogo musical de la leyenda, le brindó un caluroso recibimiento en taquilla.
6. LOS HERMANOS SISTERS (The Sisters Brothers) 2018
Dir. Jacques Audiard
Estupenda cinta del oeste, Los hermanos Sisters presenta un dúo interpretativo impredecible y sumamente empático, John C. Reilly y Joaquin Phoenix en los papeles principales de esta adaptación de la novela escrita por Patrick deWitt, dirigida por Jacques Audiard. La propuesta en principio conducida hacia la comedia negra, ubicada en el Medio Oeste y ambientada en torno a la fiebre del oro y las vicisitudes propias de la ambición y la venganza características del género, Los hermanos Sisters resulta ser una película poco convencional y sumamente atractiva, que sin duda sorprendió a la crítica que tras el avance de la cinta no esperaba la bien orquestada trama, la increíble química de sus protagonistas, y la compleja estructura sentimental de sus emociones.
Con una trama hasta cierto punto simple, dos hermanos se hacen a la vera del Viejo Oeste para desde su ser forajidos buscar oro y riqueza con la venia de Commodore, interpretado por el recién fallecido Rutger Hauer, leyenda del cine internacional, quien acude a la idea de encontrar a curiosa prebenda, a un químico que solventa la teoría de que no se requiere derrochar energía, recursos ni la vida misma para obtener la riqueza, desatando la ironía de su propia encomienda. Jake Gyllenhaal, Riz Ahmed y Carol Kane completan el reparto de una película que presenta una fresca, entretenida y diferente perspectiva en las cintas de su género. La búsqueda del oro, de la riqueza y de poder a última instancia entre los involucrados, deja en la tinta la estrecha relación que forja para los hermanos su vida errante, haciendo de la cinta una exploración del apego.
Audiard dirige esta estupenda muestra fílmica que centrada en el viaje, las alianzas, traiciones, complicidades y exploraciones, podría analizarse a la luz de la búsqueda, Reilly como Eli Sisters, busca un retiro al devenir, un negocio, cambiar de giro, Phoenix como Charlie Sisters, enfrascado en el alcohol y otras atenciones, desiste de ubicar un punto fijo a su camino, haciendo de su relación el nodo que une las innumerables peripecias que van sumándose a un viaje que parece no tener regreso y que sin embargo, les aguarda en la víspera del propio apego.
5. GLADIADOR (Gladiator) 2000
Dir. Ridley Scott
Ganadora del premio Óscar a Mejor Película, Gladiador es una cinta que tuvo éxito de crítica y taquilla en los albores del nuevo milenio, y que trajo además de vuelta a las cintas clásicas con temática romano-religiosa que inundaron los cines de los años 50, polémica en cuanto a los distintos reconocimientos que obtuvo, pero valorada por sus actuaciones, efectos y banda sonora, compuesta por el enorme Hans Zimmer, Gladiador vio coronar la carrera de Russell Crowe, que como Máximo, héroe militar español-romano y talentoso gladiador posterior a su exilio como Mejor actor en los premios de la Academia, despedir a una leyenda como Oliver Reed, y destacar a la panorámica estelar de la industria a Joaquin Phoenix, otorgándole de paso una nominación a Mejor actor de reparto, y para muchos, devorando cada escena compartida con su coprotagonista, Phoenix encarna a Cómodo, el despiadado hijo del emperador Marco Aurelio, quien habiendo asesinado a su padre y desterrado a los aliados del mismo, se convierte en un villano irascible, tirano y despiadado en cuya indolencia, gira la trama y el sentido de la cinta.
La película tiene distintos giros dramáticos, la muerte del emperador y la muerte de la familia del gladiador, como una sinergia de obstáculos y justificantes en Cómodo para eliminar obstáculos y hacerse del trono, labrando en Máximo su causa, la venganza como el único aliciente de su cadalso. Si bien Crowe realiza una magnífica actuación, acorde a su personaje templado, heroico y virtuoso, es Phoenix quien logra confluir en su interpretación, los motivos de la película.
En Cómodo el reflejo de Máximo se presenta como una antítesis de valores, y un antirreflejo del poder, la ambición, la deshumanización de la guerra y la pérdida del sentido y del amor, esta maniquea pero efectiva fórmula se viste por la extraordinaria banda sonora de Hans Zimmer y Lisa Gerrard, así como por efectos especiales que resultaron fundacionales para su tiempo, haciendo de la audiencia en los ruedos una multitudinaria muchedumbre que no requería los elencos de cientos o miles de extras que hicieron portentosas a las cintas de los años 50, y que para muchos, a pesar de los logros en esta lid, restó credibilidad o aprecio a la cinta ganadora de Mejor Película en el año 2000.
Las secuencias de acción brillan en las batallas, tal como destacan los coreográficos duelos sobre la arena, que resultan por demás emocionantes, y es Phoenix quien va delegando acciones y asumiendo el protagonismo a medida que la trama transita hacia su estrado, la ambición se personaliza en el mismo personaje que asume la venganza y la justicia.
4. PURO VICIO (Inherent Vice) 2012
Dir. Paul Thomas Anderson
Adaptación de la novela homónima de Thomas Pynchon, Puro vicio es una película ambientada en los años 70, época que parece ajustarse a los preceptos de Anderson para desarrollar sus realizaciones. Joaquin Phoenix lidera un elenco que incluye entre otros a Owen Wilson, Eric Roberts, Katherine Waterston, Benicio del Toro, Josh Brolin, quienes se ven relacionados por la desaparición de Mickey (Roberts) acaudalado novio de Shasta (Waterston), expareja de Larry (Phoenix). Anderson recibió una nueva nominación a los premios de la Academia por su guión adaptado, que si bien pudiera resultar complejo de comprender desde las aproximaciones, nexos y nodos en los que presenta un argumento de posmoderno film noir, ofrece una interesante tensión de suspenso, crimen, evasión, depresión, confabulación y ansiedad por los apegos extraviados por los andares de la vida.
La resolución de un caso es el motivo de la cinta en un primer plano, el vicio, cigarro, marihuana y deseo, el complemento; sin embargo, la secuela de dudas que abre sin cerrar una a otra, parece inferir en el espectador, una sensación de decadencia que se vive desde la interpretación de Phoenix, en la medida en que el vicio inherente, es también una incapacidad del personaje por desapegarse del pasado y bloquear asimismo un presente que no ofrece al detective Larry, las salidas al laberinto de un caso que ha tomado más por orgullo que por interés. La fotografía es verdaderamente evocadora, y comulga con la sagacidad del director para adentrarnos a la novela negra con la misma sensación de curiosidad, morbo y ansiedad que las interpretaciones ofrecen, melancolía, vacío, soledad, envueltas entre las risas a gritos callados de un humor negro que proyecta la novela y la película en un camino paralelo. La banda sonora de la cinta, hace que la fotografía, el léxico y las inquietudes narrativas adquieran tintes de hipocondría colectiva, donde las angustias, filias y fobias rebasen cualquier posicionamiento maniqueo y brinden, una vez más, la visión del efecto derivado de la circunstancia, el albur o la determinación de la vida en aquellos a quienes el vicio de uno por calmar el ímpetu, es el placebo de otros por develar lo sucedido. El clima social, la corrupción, la descomposición social, el dinero, avidez, codicia y desazón, parecieran etiquetar como suerte de vitral a una década y a las consecuencias de sus actos, con esa mirilla animista de atestiguarlo desde dos perspectivas.
Por una parte la novela original, y por otra la estupenda adaptación del director, que si bien no hace amena la cinta para disfrutarla de forma lineal y sin sobresaltos narrativos, apela a la nula intención de Anderson por explicar y de aun empatizar con quienes viven, sufren y envician la historia.
3. ELLA (Her) 2013
Dir. Spike Jonze
Inmersos en el vértigo de la sociedad posmoderna que especializa los sentimientos y los devora enviándolos a la realidad virtual, insertos en el mundo en que es más fácil comunicarnos con quien está lejos y alejarnos de quien está cerca, en un tiempo en que la amistad y la atención se disponen en la fascinación de un dispositivo y en la aplicación de sentirnos parte. Justo en este tiempo y en su visión futura, Ella se presenta como una apuesta cinematográfica tan simple como compleja, tan real como ficciosa, tan próxima como distante, tan cinematográfica como la vida cuando la alejamos de lo que nos rodea, cuando vivimos el mundo imaginario o el que existe al interior de nuestros ordenadores, teléfonos o tabletas. Ella y su pausa, ella y la seducción de serlo, ella y su desesperación por encontrarse, ella y su desesperación por sentir, tan sólo sentir lo que ya de suyo habita en la voz, en la palabra, en el otro.
Él y su soledad, él y la nostalgia, él y el desamor, él y los recuerdos del amor que fue y del que sería; él y el amor que ronda pero no percibe, él y el amor que idealiza, él y un mundo sobre sus hombros, el mundo del tedio, de la resignación y de la expectativa esperanzadora. Theodore se enamora no de su computador ni de la voz que del programa emana, se enamora de la voz porque es humana sin serlo, se enamora del amor y se enamora de la cadencia, de la naturalidad, de la palabra cuando se abre para ser escuchada, y de su propia capacidad para escuchar. ¿Cuánto nos cuesta escuchar? Samantha es capaz de acompañar la soledad y desaparecerla, es capaz de existir, de ser una presencia. Él se enamora de quien atiende su voz como una promesa, como un acontecimiento, como una realidad, de su voz como verdad y sentimiento, se enamora del pasado y del presente, se enamora quizá de quien al igual que ella, vive la separación y el encuentro como un horizonte compartido. Tuve oportunidad de dirigir el documental La voz humana de Jean Cocteau, una mujer al teléfono en un monólogo doloroso en desamor, y la reflexión de la voz humana vino a mí con fuerza al disfrutar Ella con casi 8 décadas de diferencia, Cocteau de una forma distinta, representaba el mismo acto de la virtualidad de una voz que no está presente pero se escucha. La diferencia entre la apuesta moderna de Cocteau y la posmoderna de Jonze, radica en la existencia o no del interlocutor, en una es él, en la otra es ella, en ambas la voz humana, en ambas la existencia.
Joaquín Phoenix brinda una actuación llena de melancolía, de duelo y de esperanza; Scarlett Johansson es capaz de dar su mejor actuación desde una voz que seduce e invita, que se agrieta desde lo más profundo para ser más humana; Amy Adams es tan ella como la trama, acompaña la soledad y la ahuyenta. El visualmente poético guion, escrito y dirigido por Spike Jonze, nos cimbra el amar desde la voz, desde Ella, desde él, desde la mirada, desde el corazón cuando se abre, cuando siente, cuando se expresa en cualquiera de los sentidos.
2. THE MASTER (The Master) 2012
Dir. Paul Thomas Anderson
Enorme duelo actoral entre Philip Seymour Hoffman, Amy Adams y el inmenso Joaquin Phoenix, todos nominados a las categorías de actuación tanto estelar como de reparto respectivamente, The Master es una película alucinante, dura y puntillosa respecto de los fanatismos, cultos y adoctrinaciones que lo mismo atraen y captan, que recelan y alejan a quienes por una parte lo practican y por otra lo sufren practicando, un viso que no es exclusivo de culto alguno y más bien una observación universal de los mismos. En general se considera a la dianética y a su fundador como el referente de Anderson para escribir su historia, y, aunque fuese así de primera instancia para Anderson, desde mi punto de vista va más allá de una crítica concreta para abrir los recintos de la reflexión y de la necesidad del ser humano por encontrarse en un grupo, encontrar respuestas, hallar soluciones a la angustia existencial.
Un exveterano de la segunda guerra mundial, Freddie, desvanece la irresoluble posibilidad de responderse las cuestiones más elementales y perennes de la vida, y en esa cuita filosófica encuentra a Lancaster, quien aboga por un movimiento, grupo, creencia energética y mental denominada “La causa”. Esta será la sujeción que unirá personajes, trama y mensaje, una búsqueda de esperanza y encuentro, situada en la ambientación de los años 50, Anderson, quien logra presentar sus relatos en distintas épocas, explora la alteridad entre maestro y alumno, de pastor y rebaño, de gurú y devoción, en una época caracterizada por un ambiente ambivalente, los dejos de una guerra, los vientos de triunfo y el espejismo real o ficticio de etapas nuevas.
Maestro y discípulo enfrascados en una socrática dubitación entre moral, ética y verdad, la adaptación a una sociedad que parece indiferente, o la indolencia ante los efectos traumáticos de la aproximación con la muerte a propia mano: una sociedad que se aboca a la producción, al desarrollo y al crecimiento, al trabajo sin descanso y al viable bienestar financiero, abre el espacio de quienes ofrecen la espiritualidad como camino, y la actitud como requisa para adentrarse al grupo desde una creencia o doctrina.
Al hacerlo con tan disciplina, una vez dentro no pude salirse a voluntad consentida. En esa sinergia de acciones y reacciones, están presentes la supresión, la autodestrucción, la pretensión y la expectativa de quien ofrece y quien recibe, haciendo de esta película una espléndida obra sobre los límites y extremos de la condición humana.
1. GUASÓN (Joker) 2019
Dir. Todd Phillips
César Romero en la célebre serie televisiva Batman de los años 60, Jack Nicholson en la icónica cinta de Tim Burton, y Heath Ledger en la obra maestra El caballero de la noche de Christopher Nolan, interpretaron al Guasón con extraordinarias actuaciones, acorde al perfil de sus misivas, legando de forma continua un alto nivel de exigencia para quien osara ataviarse en los atuendos y maquillaje del villano más célebre -cinematográficamente hablando- de las películas nacidas de los cómics, podríamos sopesar la no grata recepción del Guasón de Jared Leto en Escuadrón suicida; así que una nueva entrega de este personaje significaría todo un reto, más aún, porque a diferencia de las cintas anteriores, donde el guasón es un personaje de reparto, en Guasón de Todd Phillips, es el personaje central. Joaquin Phoenix fue elegido para ser el protagonista de esta nueva entrega, con la salvedad de convertir la película en una exploración a profundidad de los conflictos, causas, contextos y entornos del Guasón, explorando su lado humano y psicológico, que había sido el más recurrido, destacando así las motivaciones de su interior, y las condiciones sociales que desatan su dualidad cómica y dramática, de lágrimas y sonrisas que convierten al personaje en un auténtico reto interpretativo.
Phillips, conocido más por sus comedias hilarantes, algunas de ellas sendos éxitos taquilleros de la primera década del siglo, como Aquellos viejos tiempos, ¿Qué pasó ayer?, fue seleccionado para encabezar desde su dirección este ambicioso proyecto que buscó dar seriedad a los universos separados y compartidos de DC Comics, que han navegado entre éxitos moderados, críticas de la audiencia y algunos éxitos destacables, uno de los objetivos era brindar la seriedad y profundidad narrativa que tuvieron las primeras entregas de la trilogía de Christopher Nolan sobre Batman, y que incluyó la actuación monumental -ganadora del Óscar- de Heath Ledger como el Guasón. En un papel que recuerda a El rey de la comedia de Martin Scorsese (quien participó en el proyecto), Robert De Niro acompaña a Phoenix junto a Frances Conroy entre otros, en este viaje pletórico de significados, una profunda introspección que hace de la actuación de Joaquin Phoenix, una proeza de extraordinaria valía interpretativa, que bien podría darle al personaje un segundo premio de la Academia, encarnado por otro intérprete y en la categoría de Mejor actor.
Estrenada en el Festival de Cine de Venecia, y ganadora del León de Oro, Guasón recibió críticas por demás favorables y aplausos interminables de la audiencia. Ambientada en los albores de los años 80, la película explora la frustración y el anhelo como una constante dualidad, la sorna, la ira, la furia que se contiene ante el rechazo, la discriminación, la incomprensión, y la ley ausente ante una sociedad que parece no detenerse ni mirar a quien avista, dejando al personaje en la construcción de su propio espacio, en el cual puedan encajar su intempestiva risa y su visión del mundo. Phoenix encarna al comediante Arthur Fleck, quien de la comedia fallida vira hacia el crimen, el caos y la anarquía en Ciudad Gótica, y en esa perturbadora fórmula, confronta los presupuestos sociales y la doble moral de la justicia, haciendo de sus acciones actos de protesta o desahogo, atendiendo al ausente apego, y a las marcas que prosiguen a las cicatrices. Con Guasón, Joaquin Phoenix corona el punto más álgido de su carrera, y lo hace junto a su director y personaje, alcanzando una epifanía en la realización artística del equipo; es probable que la película sea rebasada en su estructura narrativa y dirección por la interpretación de Phoenix, algunas críticas así lo sugieren, lo cierto es que una película de crítica social con alcances comerciales y artísticos, abre siempre el ámpula de una sociedad, que sumergida en la derivación decadente o en la indolencia hacia el otro, cavile reflejarse ante el espejo de la incomprensión o de la inclusión como punto de escape, de ahí que la empatía hacia el personaje sea siempre recurrente con cada interpretación.
Desde que El caballero de la noche irrumpiera en los cines a finales de la década pasada, decenas de películas de superhéroes han abarrotado las salas y la taquilla, los universos Marvel-Disney, Fox, y DC Comics tratan de ofrecer sus alternativas, y aunque algunas cintas rompen récords y capturan sumas estratosféricas -valga revisar la taquilla que a nivel mundial obtuvo Los vengadores, el juego final- ninguna, ya sea por espectaculares efectos visuales, sobresalientes actuaciones, atractivas narrativas o estupendas estrategias de marketing, ha tenido el recibimiento de crítica que obtuvo la trilogía de Nolan. Resulta por demás interesante que la atención que aguarda el estreno de Guasón, sin aspiración de romper récords taquilleros, sea por lo mismo que aquella cinta esperaba, admirar la actuación de un actor a tope, haciendo a un villano complejo, el mismo que ahora Phoenix encarna con éxito.
* Escritor y documentalista. Considerado uno de los principales exponentes de la literatura testimonial hispanoamericana. Es autor de las novelas El Surco, El Ítamo y los poemarios Navegar sin Remos y Puntos cardinales, que abordan la migración universal y han sido estudiados en diversas universidades a nivel internacional. Dirigió los documentales La voz humana y Día de descanso. Es Director Editorial de Filmakersmovie.com.